
Fuente: http://www.ideal.es/granada/v/20111107/granada/matanza-pura-dura-20111107.html
Nos llegan denuncias anónimas, pero si no se pueden probar, apenas sirven de nada. El problema de las peleas de perros salta aquí y allá, con abundante rumorología, pero es habitual que, al intentar combatirlo y pedir colaboración, no se consiga erradicar tan macabra práctica. Las autoridades deben saber dónde y cuándo para pillar a los delincuentes.
Hace unos años, en Lugo descubrimos varios animales con desgarros y heridas producto sin duda de haber servido como espárrines para perros de pelea. Había sospechas de que la zona era lugar de entrenamiento, pero no dimos con el rastro de ese circuito delictivo que parece tener a Canarias como epicentro. Una pelea con apuestas la pueden montar unos amigos en plan timba en un descampado, pero este mundo tiene connotaciones mafiosas y hay gente que está haciendo mucho dinero.
Por eso sería importante la colaboración de algún testigo protegido, o un infiltrado que investigase los trapicheos con los animales. También sería deseable un mayor control sobre la cría de determinadas razas, una actividad bastante oscura. Pocos criadores están registrados por el Gobierno autonómico. Y sin embargo, a cada paso en las calles encontramos anuncios gratuitos sobre este comercio.
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2011/11/05/00031320526434306561167.htmEl ambiente de las peleas está vinculado, consideran los investigadores, a los ambientes más truculentos, donde el menudeo de estupefacientes se confunde con los robos y la prostitución en su nivel más bajo. La celebración de estos siniestros espectáculos está siempre circunscrita a pequeños círculos de confianza donde impera la ley del silencio e incluso la extorsión para evitar cualquier filtración.
Condena en Ferrol
La primera y única condena dictada en Galicia por una pelea de perros tuvo lugar en Ferrol hace algo más de diez años. Cuatro individuos fueron multados como organizadores o espectadores de la actividad ilegal. En la operación, la mayor parte de los asistentes, en una finca privada, consiguieron huir. Sin embargo, la policía local todavía encontró a dos pit bull peleando y a otros siete ejemplares de la misma raza heridos y malnutridos. Tres de ellos tuvieron que ser sacrificados.
Los espárrines
Uno de los indicios que suele estimular el runrún sobre la posible celebración de peleas es la desaparición de perros domésticos. Algunas de estas mascotas son utilizadas por los adiestradores de perros de pelea para desarrollar su agresividad, su instinto asesino. Los canes domésticos se convierten en espárrines devorados por perros que se preparan para matar. Sin embargo, las fuerzas de seguridad consideran que la mayoría de estas desapariciones no están relacionadas con este submundo, más allá de episodios aislados e intermitentes.
El endurecimiento de las penas por maltrato animal y una mayor sensibilización social sobre los perros peligrosos ha hecho descender el censo de los canes que tradicionalmente son usados para pelear: «Hay muchos menos», confirman, en este sentido, los responsables de perreras y refugios.
Durante algunos años en la década pasada, Galicia se convirtió en un territorio donde el salvaje fenómeno de las peleas de perros alcanzó notoriedad. Indicios como la aparición de cuerpos destrozados a dentelladas o la desaparición recurrente de perros de raza en domicilios privados puso de actualidad una práctica alrededor de la cual se cruzaban cuantiosas apuestas y que movió los siniestros corros de aficionados por diversos puntos de Galicia.
En realidad, buena parte de lo que se sabe sobre aquel fenómeno pertenece al terreno de la especulación. Pese a que tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional intentaron repetidamente poner coto a estas peleas, lo cierto es que apenas se produjeron intervenciones y el fenómeno se fue desvaneciendo por sí mismo. Sin embargo, hace una semana, una información de La Voz daba cuenta de la aparición, hace unos meses, de una perra de raza bóxer con heridas susceptibles de haber sido provocadas en una pelea o en el proceso de adiestramiento de perros destinados a la lucha.
¿Sigue habiendo peleas de perros en Galicia? Ni las fuerzas del orden ni los expertos vinculados a la protección de animales que más se han destacado en denuncias anteriores se atreven a dar por extinguido el fenómeno. «Nosotros creemos que sí», afirma un portavoz oficial de la Guardia Civil, «pero de una forma muy local y esporádica». Las sospechas se ubican en dos puntos muy concretos: Ferrol y la Costa da Morte y vinculados igualmente a los poblados gitanos y a las comunidades de moinantes. Ambos colectivos residen en territorios compactos donde la presencia policial casi nunca es bienvenida y siempre anunciada.
Solo sospechas
Con todo, los investigadores insisten en que, al menos en los últimos seis años, todos estos datos se mueven en el terreno de la sospecha. En ese tiempo no ha sido posible encontrar siquiera un escenario con restos de sangre o de otro tipo que pudieran confirmar la consumación de una pelea de perros. Solo sospechas, chivatazos, desapariciones... pero nada tangible. El asunto provoca entre los investigadores sensaciones ambivalentes: es obvio que la ausencia de resultados genera fastidio, pero al mismo tiempo supone un estímulo. En estos últimos años han sido establecidas algunas vías de investigación que, al final, no llevaron a nada.
La propia falta de resultados es un argumento que las fuerzas del orden aportan como indicio de que el fenómeno está en recesión: «Si hubiera más actividad, ya habría caído alguno», afirma un portavoz. Al fin y al cabo, resulta casi inexplicable que sea posible penetrar en compactas organizaciones delictivas y desmantelar enormes alijos de estupefacientes y sin embargo esas mismas fuerzas del orden no hayan podido hacerlo en las supuestamente mucho menos complejas tramas que organizan las peleas de perros. «Hoy en día no creemos que haya una organización establecida. Probablemente las peleas que puedan darse se conciertan el propio día y entre un círculo muy reducido de gente», afirma una fuente que ha participado en varias investigaciones. En cualquier caso, el hermetismo de quienes participan y su movilidad ha hecho extraordinariamente difícil su persecución.
Otro factor que influye en que el fenómeno, grande o pequeño, haya pasado incólume durante los últimos años, es que los medios que se destinan a perseguirlo son escasos. Dentro de las prioridades de las fuerzas de seguridad, las peleas de perros están en una parte muy baja de la lista y menos ahora, cuando su auge parece en decadencia. Abordar con alguna garantía de éxito una operación de este tipo supone muchas horas de vigilancia y la dedicación de importantes recursos para perseguir un delito nada fácil de probar y sujeto a condenas pequeñas.
Los robos de Arteixo
Susana Santamaría, la única adiestradora en Galicia legalmente acreditada para reeducar perros peligrosos, también cree que las peleas han desaparecido: «Hace unos cinco años hubo una serie de robos de perros por la zona de Arteixo que probablemente estuvieron relacionados con peleas o crías ilegales. Pero desde entonces no se ha vuelto a saber nada. Hace mucho tiempo que nadie llama».
Susana ha trabajado con animales que, con casi total seguridad, han sido víctimas de peleas. Los ha reeducado y han sido adoptados con éxito por familias. «Pero de eso hace ya bastantes años», confirma esta profesional. Natividad Álvarez, titular desde hace años de un refugio para perros en Ferrol, coincide en el diagnóstico: «Hubo un tiempo en que era raro que no se conociera algo cada semana. Un perro herido, un chivatazo. Pero es algo que ha ido yendo a la baja».
Natividad, sin embargo, no se engaña: «La otra noche vi como unos chavales entrenaban a un perro colgándolo de un palo por la mandíbula en un parque público». Quienes han estado más cerca del fenómeno, bien a través de denuncias o bien en las distintas investigaciones desarrolladas en los últimos años, creen que las peleas siguen existiendo. Probablemente sea casi imposible encontrar uno de aquellos corros donde se ventilaban decenas de miles de euros, pero es casi seguro que, en algunos círculos, todavía se dirimen pequeñas apuestas o simples cuestiones de orgullo local a través de la fuerza y la precisión de las dentelladas con las que un perro puede matar a otro.
«Si hubiera más actividad ya habría caído alguno», dice un investigador
Un perro fue rescatado con vida tras permanecer más de 40 horas enterrado bajo una pesada capa de tierra y escombros.
El hallazgo lo efectuaron vecinos de la localidad de Delsenzano, Italia, quienes escucharon los aullidos del animal y acto seguido llamaron al 999 para brindarle ayuda al pequeño Jerry, quien fue rescatado por expertos.
Minutos después que se efectuara el rescate, el pequeño Jerry fue llevado a un centro de cuidados especializado en animales y permanece en recuperación.
Según reseñó el diario británico Daily Mail, la policía explicó que el perro raza Spaniel Británico había sido enterrado por su dueño, quien presuntamente colocó grandes cantidades de tierra para asegurarse que no pudiese cavar y escaparse.
Por otra parte, el dueño del animal, declaró que había enterrado a su mascota pensando que ya estaba muerto. Sin embargo, fue acusado de crueldad y maltrato animal, cargos que podrían costarle el derecho a poseer una mascota nuevamente.
Más allá de performances con cuerpos desnudos y sangre postiza, hacer ruido en la prensa nacional no es algo a que el Partido Antitaurino contra el Maltrato Animal (PACMA) esté acostumbrado. Sin embargo, su aceptación a nivel social ha sido una de las más (silenciosamente) abrumadoras que se hayan registrado en los últimos años. Con una primera participación, casi simbólica, en los comicios electorales municipales de 2003, este partido formado por activistas contra el maltrato animal ha conseguido que sus votos consiguieran una subida del 440% desde las elecciones autonómicas de 2007 a las del pasado 22 de mayo. Se habla de decenas de millares de votos, de 7.089 a 36.926, lo que hace que Silvia Barquero, cabeza de lista de PACMA por Madrid en las próximas elecciones generales, remarque su realismo en varios momentos de la entrevista con Madrid2noticias.com: "no confiamos en conseguir una representación parlamentaria".
Elegida para representar a un partido "donde no hay políticos ni caras conocidas", tras más de doce años luchando por los derechos de los animales, Barquero asegura que sigue considerándose una activista involucrada en una campaña electoral. Que para PACMA "es solo una campaña más, con el mismo objetivo de siempre: trabajar en defensa de los derechos de los animales".
M2N:El caso de los espacios publicitarios ha vuelto a llamar la atención sobre la escasa atención dedicada a los partidos 'minoritarios'. Sin embargo, a nivel social vuestro votos suben y el apoyo va creciendo.
Silvia Barquero: La Junta electoral y el caso de TVE han sido una demostración de que intentan sesgarnos, relegarnos. Sin embargo, creo que los políticos no están respondiendo a las demandas sociales ni en cuanto a derechos de los animales ni a ninguna otra. De eso la gente se está dando cuenta, y los que están realmente preocupados por la situación de los animales en nuestro país según nos van conociendo nos van votando. Creo que hay desencanto generalizado con los políticos, yo misma lo estoy. Sé que este descontento es para nosotros un caldo de cultivo para conseguir votos, pero más importante es que hay una mayoría de la sociedad está en contra de las corridas de toros, en contra del maltrato animal, en contra del abandono y del trato que se les da en los mataderos. En España hay muchas sensibilidad, pero creo que los políticos tienen intereses por otro lado ajenos a los que tiene la ciudadanía.
M2N: Cómo activistas y como partido, cuáles son las políticas que denunciáis?
S.B.: España ha sido denunciada en numerosas ocasiones por la UE. Sabemos que los zoos españoles no pasan las exigencias de la Unión, o que en las granjas industriales no se cumplen los reglamentos establecidos. Lo mismo pasa con la compraventa de animales, que en Europa está regulada por legislaciones muy estrictas. En España, a cambio, se están sacrificando cientos de miles de animales en las perreras. Los datos indican que más de 150.000 animales acaban atropellados o sacrificados cada años en este país. Y no hay leyes reguladoras. Esto a los políticos les da igual, cuando a cambio habría una manera muy fácil de gestionarlo: promocionando la adopción en lugar de la venta de animales como si fueran muebles, y la esterilización, se pone un freno al problema. O regulando la situación de los perros de caza, los galgos, que son ahorcados cuando no valen para cazar. Esto es algo que no puede suceder.
M2N: En este sentido, este jueves Esperanza Aguirre retiraba su propuesta de una Ley de Protección de Animales por no haber "alcanzado un acuerdo con las partes".
S.B.: La propuesta de Aguirre ha sido inaudita. Si se presenta un "proyecto de ley del siglo XXI",
M2N: En vuestro programa también habláis de abolición de circos, de zoos, de festejos con animales. E impulsáis una medida para abolir las ayudas a las ganaderías.
S.B.: La filosofía que está detrás del partido es la defensa integral de lo derechos de todos los animales, y por lo tanto estamos en contra del uso de animales en espectáculo o para cualquier otro fin que beneficie solo a una parte que es la del ser humano. Por eso también promocionamos la dieta vegetariana, para todo el mundo, para medio ambiente, salud y animales. Ahora mismo hay un consumo desmesurado de carne, mucho mayor de lo aconsejado por las autoridades sanitarias. La gente come carne constantemente. Y el precio de la carne es irreal, porque se está subvencionando a la ganadería. Recibe subvenciones además por la Unión Europea, lo mismo que pasa con la industria de la leche. Nosotros preferimos subvencionar a una industria de agricultura ecológica que nos pueda dar los mismo nutrientes que nos da la carne. Sería más rentable cultivar proteína vegetal, por ejemplo, para alimentarnos directamente. La idea es no poner barra libre de hamburguesas a todo el mundo, algo que es parte de esta cultura del despilfarro. Pero creo que poco a poco la gente está tomando conciencia de ello.
M2N: A nivel nacional, os habéis hecho conocer y habéis conseguido logros importantes con vuestras protestas para el fin de las corridas. ¿España estaría lista para acabar con los toros?
S.B.: Por supuesto. Son muy pocas las personas que van a las corridas de toros y las que viven de ello. Durante nuestro trabajo en la calle a menudo se acercan taurinos, y muchos de ellos reconocen que la fiesta está acabada y que es algo propio de una generación. Está viniendo ahora otra generación con otra sensibilidad hacia el trato que le damos a los animales. Si ahora mismo la tauromaquia se mantienen es porque hay intereses económicos muy fuertes en que se mantenga. Por otra parte, no creo que en breve tiempo volvamos a ver algo parecido a la prohibición de Catalunya. A raíz de ello el resto de Comunidades están blindando el toreo como bien de interés cultural, con lo que han encontrado la manera jurídica de frenar nuestro avance. Pero si ahora mismo la tauromaquia se mantienen es porque hay intereses económicos muy fuertes en que se mantenga.
M2N: Obviamente hay quien defiende que es un discurso no solo de cultura, sino de una tradicción con arraigo.
S.B.: Claro que lo es, pero también lo era el agarrote vil en la Guerra Civil y hasta el 1978. Pero creo que hay cosas que son propias de nuestra cultura y que hay que avanzar y dejarlas atrás. Para mi además un hecho cultural es algo enriquecedor, que sea de beneficio para toda la sociedad. Y esto no puede basarse en un acto violento. Los taurinos sé y entiendo que cuando van a ver una corrida de toros ven al arte, la plasticidad o el color, pero yo me pregunto, ¿qué color, el de la sangre? Reconozco que puede ser una tradición que tiene un cierto arraigo, pero la sociedad ya no va a los toros y es hora de dar un paso adelante.
M2N: Más allá del discurso cultural, hay quien defiende que es una fuente de ingreso, como en los casos de los festejos más famosos. Los san Fermines, por ejemplo.
S.B.: Sí, porque genera turismo. Un tursimo de borrachera. Un turismo vergonzoso, horrible. Y este turismo viene engañado, porque no sé si la gente es consciente de que los toros que corren por la mañana son sacrificados por la tarde. O igual simplemente no les importa. Pero, ¿qué clase de turismo queremos? Además no es ético hacer dinero a cuesta del sufrimiento de los animales. Aunque España perviviera de esto -que no lo creo- no me parecería ético.
M2N: Aunque vuestra bandera sean los animales, leyendo el programa electoral se entiende que detrás hay algo más.
S.B.: Tenemos una filosofía que es la que guía un programa en el que hemos querido dar una pincelada de las cosas por las que nosotros nos posicionaríamos. Queremos tener a un candidato que represente a los derechos de los animales, como debería haber diputados que representen la ecología, diputados que representen a los inmigrantes, etc. Me gustaría que hubiese pluralidad, que no estuvieran solo los de siempre, que hoy en día viven de espaldas a la sociedad. No es que seamos solo amantes de los animales, sino defensores de sus derechos. Se trata de una revolución más. Si en el silgo XX se han reconocido los derechos humanos, aunque a menudo no se respeten, por lo menos están reconocidos. La revolución del siglo XXI sería el reconocimiento de los derechos de los animales.
M2N: Razonemos por absurdo. Si conseguís un escaño, ¿cuál sería la primera medida que impulsaríais?
S.B.: Creo que nuestra primera medida sería la abolición del Toro de la Vega. Es una lacra, hay muchos festejos, pero éste es como el símbolo de lo salvaje que puede ser la gente en nuestro país. Lo primero que haría sería una proposición para quitarlo. Es un festejo de interés turístico que está manchando la imagen de nuestro país. Los pequeños logros como este son aquellos que sí podríamos llegar a conseguir.
Chris Pretorius, un joven de Sudáfrica, se hizo amigo de un búho manchado (Bubo africanus) que llegó a su granja lesionado. Chris mantuvo al búho en interiores por un par de meses mientras se recuperaba. Durante este tiempo uno de los gatos empezó a visitar el estudio de Chris, donde tenía al búho; Chris dice que solo permitió a ese gato entrar porque nunca antes había mostrado interés en aves o ratones.
Durante este periodo el gato y el búho se acostumbraron a la compañía mutua. Cuando el búho se recuperó empezó a salir del inmueble —sobre todo en las noches, para cazar— pero regresaba a dormir en el día. Chris adoptó otro búho lesionado, que alimenta el búho que ya pueda moverse libremente.
Para la sorpresa de Chris un día el búho regresó con una rata, la cual quiso compartir con su amigo felino —aunque a este no le gustan las ratas— en una conmovedora muestra de amistad entre especies generalmente poco amables entre sí (el búho, en cambio, no permitió a los otros gatos que se le acercaran).