Inteligencia, ternura, simpatía, velocidad, audacia. Son algunas de
las emociones que los animales transmiten a los humanos y que los
publicistas pretenden explotar para las marcas. Pero el uso de estos
seres vivos en publicidad tiene, a veces, un elevado coste.
Así, al menos, refleja –y denuncia- la campaña
‘Adnimalsfree’, con unas imágenes en las que en la que se ve a un león y a un gorila en el
backstage.
El león aparece en un camerino y el gorila abandonado en una habitación
con carteles que dan a entender que un día fue famoso. El anuncio tiene
como eslogan: ‘
Es duro ser el rey fuera de la jungla’.
Las gráficas, que han sido diseñadas por
Contrapunto BBDO Barcelona para la
Fundación para la Adopción, Apadrinamiento y Defensa de los Animales (FAADA),
están presentes desde el pasado mes de enero en revistas y prensa de
cobertura nacional, en espacios digitales y en acciones de e-mail
marketing.
La campaña, que está dirigida a anunciantes, agencias de publicidad y
asociaciones, denuncia que los anuncios de animales salvajes en cine,
televisión y publicidad no son tan divertidos o emocionantes como, en
principio, podría parecer porque ese tipo de publicidad no refleja el
sufrimiento que, en muchas ocasiones, tienen que vivir los protagonistas
antes, durante y después del rodaje.
Por ejemplo, en el caso de los rodajes con chimpancés,
‘el antes
es que los apartan de sus madres rápidamente, los aíslan para que estén
solos y los entrenan, con lo que esto supone de violencia física y
verbal’. Marta Molas, la responsable de comunicación de la Fundación, añade que la problemática también
‘viene luego, porque cuando estos chimpancés dejan de ser crías’ –al cumplir los diez años, de media-,
‘ya no tienen más vida útil’. Ni siquiera ‘
para un circo o para alguien que alquila animales’.
El motivo es que ‘
se vuelven agresivos y son chimpancés adultos que tienen mucha más fuerza que cualquier humano’, afirma
Molas. Así las cosas, en la mayor parte de las ocasiones se opta por
encerrarles en una jaula hasta que mueren. Y, de media, este período de
tiempo representa el 80% de sus años de vida.
La protección de estos animales, vía legal, no está del todo definida
porque hay un gran vacío reglamentario: sólo se consideran maltrato
aquellas acciones violentas y explícitas que tienen lugar durante el
rodaje, por lo que no se tienen en cuenta ninguno de los ‘daños
colaterales’ de la grabación con animales salvajes.
La salvaguarda legal se complica por la inexistencia de una ley a
nivel nacional que regule el uso de animales. En su lugar, las leyes
autonómicas de protección de animales y ordenanzas municipales difunden
distintas normas, que tienen diferentes restricciones según la región en
la que se aplique la ley.
De esta manera, la mayor parte de las comunidades optan por una
protección genérica del estilo de la que recoge el Artículo 34 de la Ley
de Protección de Animales de 2002 La Rioja -
‘Tendrán la
consideración de infracciones muy graves […] La filmación de escenas con
animales que conlleven crueldad, maltrato o sufrimiento no simulado’-, aunque en algunas ciudades, como Barcelona,
se concreta más el uso de animales en publicidad y se aplica una ley mucho más coercitiva.
Una solución para evitar el uso de animales salvajes en producciones
audiovisuales es utilizar la técnica 3D y la de animatronics, una
especie de robot que permite visualizar ciertos gestos. Sin embargo,
Marta Molas explica que el porcentaje de uso animales salvajes en
cautiverio es mucho más elevado que el ficcionado.
En la misma línea de la idea de vacío legal de la que FAADA habla,
Javier Díaz, Director de Marcas de Contrapunto BBDO Barcelona, quien
señala que, en realidad, ‘
se trata de un tema de responsabilidad personal de las empresas’. Díaz recalca que el concepto estratégico que querían comunicar era el hecho de que
‘los animales no venden’ y de que se puede
‘utilizar
tu idea creativa y no tienes por qué utilizar un animal, sacarlo de su
entorno para tú hacer tu anuncio y someterle a una sesión de estrés que
al final le perjudica porque le sacas de su entorno natural’.
‘A veces cuando ves la desgracia de un animal con los ojos de un
ser humano es cuando eso te puede generar consciencia de lo duro que es.
Era un poco lo que queríamos despertar, esas emociones de ver a un
animal como un ser humano decadente, pasando sus últimos días’, explica.
En este sentido, Javier Díaz afirma que
‘es una campaña muy de
b2b; hemos hecho un mailing masivo dirigido a productoras de cine y
televisión, dirigido a anunciantes, a agencias de publicidad’.
Entre los casos más significativos de denuncia, FAADA ha publicado el caso de
Geo.
La revista hizo un anuncio de autopromoción con un chimpancé. FAADA les
invitó a acatar la ‘Carta de compromiso’ de no usar animales salvajes
en su publicidad pero la publicación alegó tener más intereses que
defender que el del medio ambiente, asegura la Fundación.
Contrapunto BBDO Barcelona lleva colaborando con FAADA
aproximadamente desde 2006 en diferentes campañas. La agencia aclara que
nunca ha utilizado animales salvajes reales para sus anuncios.
http://www.prnoticias.com/index.php/marketing/1129/20115406