domingo, 26 de febrero de 2012

Denuncian a un vecino de Llodio por matar a un gato


El sospechoso habría disparado desde su casa de la calle Manzanal «con un rifle o algo similar» y alertan de que «no es el primer caso»


El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) ha denunciado a un vecino de Llodio «por matar a tiros desde la ventana de su casa a los gatos del patio con el peligro que supone también para los vecinos». Los hechos, según consta en el escrito presentado el pasado viernes ante la Ertzaintza, ocurrieron entre las 12.00 y las 13.00 horas del jueves en la calle Manzanal, donde un individuo «sacó por la ventana un rifle, carabina o algo similar y disparó a un gato que estaba en la vía pública».
Una de las vecinas del barrio recogió al animal herido por el disparo y lo trasladó, un día después, a una clínica veterinaria. En el informe médico consta que presentaba «una parálisis total del tercio posterior con ausencia de sensibilidad». «Todo este cuadro estaba originado por una herida a nivel vertebral, probablemente, por arma de fuego», añadía el documento. Los portavoces de PACMA, además, precisaron que el tiro «provocó al gato una tetraplejia».
Al parecer, la muerte de esta mascota no es la única que se ha sucedido en este barrio. Así, al menos, se refleja en la denuncia presentada por este partido en la comisaría de la Ertzaintza de Llodio, donde se señala cómo «el día 23 de febrero se encontró un gato muerto en la acera del número 10 de la calle Manzanal con síntomas de envenenamiento». Varias personas fueron testigo del estado en que se hallaba el animal, cuyo cadáver mostraba signos de «muerte violenta», concretan.
Por la vía penal
Los vecinos del Manzanal se mostraron ayer muy preocupados por el último incidente ya que el sospechoso «está disparando a una zona frecuentada por personas, con el peligro que eso tiene para los transeúntes, porque se puede desviar un tiro y provocar una desgracia».
La denuncia presentada por PACMA se ha tramitado por la vía penal pues se trata de un delito de «maltrato con resultado de muerte». El código penal indica que aquellos ciudadanos «que maltrataren con ensañamiento e injustificadamente a animales domésticos causándoles la muerte o provocándoles lesiones que produzcan un grave menoscabo físico serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales».

http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20120226/alava/denuncian-vecino-llodio-matar-20120226.html

Una cachorrita llamada ´Renfe´

REDACCIÓN | A CORUÑA La asociación Gatocan se hizo ayer cargo de una perrita que apareció en el tren que llegó la noche del viernes a la estación de San Cristóbal procedente de Vitoria. "Es pequeñita, tiene sobre un año y medio y pesa seis kilos, tiene chip, pero no es de Galicia, así que no sabemos si se trata de un abandono o es que su dueño la está buscando locamente, aunque no creo", explicó ayer la presidenta de la asociación protectora, Beatriz Martín.

Si nadie reclama antes a la perrita, la protectora comprobará cuáles son los datos de sus dueños y, si no aparecen, la pequeña tiene ya una casa que está esperando acogerla, la del maquinista del tren que la trajo, sin saberlo, desde Vitoria. En la protectora han pensado ya el nombre que les gustaría que llevase si, finalmente, cambia de familia: Renfe.

La perrita viajaba en un transportín de gato y, cuando el tren llegó a A Coruña, el personal se dio cuenta de su presencia. Durante la noche nadie la reclamó y por la mañana llamaron a Gatocan.

http://www.laopinioncoruna.es/coruna/2012/02/26/cachorrita-llamada-renfe/584129.html

Un infierno para perros en Arbúcies


Una mujer acumula 50 canes en pésimas condiciones en un bosque desde hace ocho años

Ayuntamiento y Generalitat eluden responsabilizarse del caso

La urbanización La Joia, rodeada de bosque y con vistas al Montseny, parece un lugar privilegiado. Pero para una cincuentena de perros es el infierno. Sucios, enfermos, hambrientos y abandonados, sobreviven en un pinar cercano a este núcleo de Arbúcies (Selva), cuyos 200 habitantes llevan ocho años amargados y atemorizados por la presencia de estos ruidosos vecinos que pululan por la zona. Una vecina del pueblo los ha ido llevando a este terreno, del que no es propietaria. La mujer ha hecho caso omiso de los intentos de los vecinos y el Ayuntamiento de poner fin a la situación. Incluso el Síndic de Greuges ha intervenido, hasta ahora sin éxito, porque el Consistorio y la Generalitat se pasan la patata caliente.

“Aquí es imposible vivir”, se queja Ángel Jordán, dueño de una casa situada a pocos metros del pinar. “Mis hijos salían a jugar y ya no pueden. A veces pasan por aquí 15 o 20 perros juntos”, explica. Los vecinos se quejan de que en verano el olor es insoportable y ya no se atreven a salir a caminar por el bosque. Los canes hurgan por las noches por las basuras. Tienen un aspecto lastimoso: delgados, con afecciones en la piel e incluso con tumores en los ojos o sarna. El ruido de los ladridos cuando alguien pasa cerca retumba en el valle. “Ha llegado a haber 150. Ahora son unos 50. Nadie sabe qué ha pasado con los otros”, explica Jaume Salmerón, teniente de alcalde de Arbúcies.

Más de una decena, sin demasiadas energías para olisquear a los extraños, andaban ayer sueltos. El resto ladraba con desenfreno dentro de un cercado. Aparcada al lado, una caravana desvencijada donde a veces duerme la dueña de los canes. “Algunas personas le llevan comida para los animales. Es una irresponsabilidad”, se queja Mingo Lorenzo, presidente de la asociación de vecinos. Como también lo es que haya gente que regale sus perros a la mujer cuando ya no los quieren, añade. En el terreno ha llegado a haber cabras y hasta un caballo.

Nadie hace controles veterinarios, ni vacuna a los animales, ni vigila las condiciones de salubridad. “Es un problema de salud pública”, declara Daniel Saborit, concejal de Gobernación. El Ayuntamiento decidió fumigar hace unos meses, con resultado nefasto: las pulgas se trasladaron y llegaron a las casas. “El ambulatorio atendió a gente, incluidos niños, con picaduras de pulgas y tuvo que darles un tratamiento de dos semanas”, explica Saborit.

Nadie hace controles veterinarios, ni vacuna a los animales, ni vigila las condiciones de salubridad.

El Ayuntamiento sostiene que no puede actuar más allá de poner multas y declarar ilegal la actividad. La asociación de vecinos, desesperada por la situación, la denunció al Síndic de Greuges, que en mayo del pasado año solicitó información a la Generalitat. El Departamento de Agricultura y Medio Natural contestó que la ley de protección de los animales atribuye a los municipios la competencia para confiscar animales de compañía si presentan síntomas de desnutrición o están en instalaciones indebidas. En todo caso, sigue Agricultura, “el lugar debe estar inscrito en el registro de núcleos zoológicos, por lo que necesita licencia municipal”.

El Consistorio contestó al Síndic que la perrera “es ilegal y ha sido objeto de sanciones”. El recinto debe clausurarse, pero eso plantea un problema: “¿Qué hago con los perros?”, se pregunta el teniente de alcalde. Las perreras están saturadas y el Consistorio no puede recolocar a los canes. El director territorial de Agricultura en Girona, Jordi Aurich, insiste en que la competencia no es suya. “No podemos actuar si el Ayuntamiento no precinta el recinto”, afirma. “Tampoco podemos obligar a otros municipios a acoger a los animales”, añade. El departamento, dice Aurich, ya actuado en el pasado y está buscando una solución. La Generalitat sostiene que no ha recibido ninguna petición formal de ayuda por parte del Ayuntamiento, algo que este niega. Ante este panorama, el Síndic ha pedido a las Administraciones implicadas que colaboren.

Leonor Sapiña, de 81 años, sale a pasear con un bastón para asustar a los perros. “En verano no se puede dormir por los ladridos”, se queja la mujer, que vive sola. “Le he dicho a la dueña que los ate, pero nada”, suspira. Sapiña dejó de labrar su huerto porque se le colaban los canes y lo destrozaban todo. “Si se van, será como ganar la lotería”.


http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/02/16/catalunya/1329425751_408219.html