La Policía Local de Santander remitirá tanto al juzgado de
guardia como al Cuerpo Nacional de Policía las diligencias abiertas la
pasada semana cuando un joven mató a patadas a un perro en la calle
Rualasal, al considerar que podría ser constitutivo de un delito de
maltrato animal. Ayer por la tarde estaba previsto que llegaran al
cuartel las imágenes grabadas por la cámara de videovigilancia de Caja
Cantabria instalada en la esquina en la que sucedieron los hechos, un
material que será puesto en manos de la Justicia junto con la
declaración tomada por la mañana al presunto agresor y la denuncia
formalizada por la dueña del perro.
Mientras, Marta, la propietaria de Blas -que así se llamaba
el perro-, suma a «la inmensa pena» de haber perdido a su mascota de
esa manera «el profundo agradecimiento a todas las personas que me están
llamando y que me transmiten su consuelo y su apoyo a través de las
redes sociales, que me preguntan por la calle... Ha sido algo increíble
la respuesta de la gente y estoy muy satisfecha por este lado», valoró
ayer. Como muestra de este aluvión de solidaridad, la noticia publicada
en la web de El Diario Montañés obtuvo 132 comentarios y generó 7.700
recomendaciones en Facebook, 120 'retuits' y fue decenas de veces
compartida en Google Plus.
A través de este periódico ha recibido la llamada de una
abogada ofreciéndole sus servicios gratuitamente para llevarle el caso y
hasta de un criador de perros Teckel de Castro Urdiales que quiere
regalarle un cachorro. Pero ella todavía no sabe cómo suplir la compañía
de Blas, un pastor catalán que cuando murió tenía siete años. «Pensaba
adoptar uno, creo que es lo mejor... Yo lo que quiero es un perrín para
sacarlo a pasear», dijo. Y aprovechando el eco que ha tenido la noticia,
ahora hace un llamamiento para encontrar a testigos directos de la
agresión para acompañar en su denuncia, ya que, al parecer, cuenta con
el testimonio de algunas personas que presenciaron parte de los hechos,
pero no la secuencia completa.
Así ocurrió
Ocurrió el lunes, 28 de abril, a las 20.00 horas en la
calle Rualasal, cuando Marta dejó en la acera suelto a Blas mientras
entraba a comprar a Carrefour Express. Cuando estaba pagando en la caja,
una mujer entró asustada en el establecimiento. Salió a mirar y vio
cómo un individuo daba dos patadas a su perro en la zona de los garajes
de Caja Cantabria, la última tan fuerte que piensa que «lo reventó por
dentro». Llamó a Blas, el perro fue a su lado y murió a sus pies. Cuando
Marta se agachó, el individuo que momentos antes le estaba agrediendo
le advirtió que iba a denunciarla porque, según su versión, Blas había
atacado previamente a su perro, un Shar Pei que en ese momento tenía en
brazos una joven a cierta distancia. Testigos del suceso fotografiaron a
Blas muerto y su imagen corrió enseguida por las redes sociales.
Algunas personas que estaban en la calle recomendaron a
Marta que denunciara al individuo, un joven de unos veinticinco años que
se quedó allí hasta que llegó la Policía Local. Pero Marta, que según
sus propias palabras en ese momento «estaba totalmente conmocionada», no
quiso hacerlo, así que los agentes, que no vieron las patadas, los
identificaron tanto a él como a ella e iniciaron una investigación a la
espera de las imágenes grabadas por esa cámara de videovigilancia. Hubo
también un abogado que presenció parte de los hechos y llamó al 091, por
lo que también acudieron agentes de la Policía Nacional. Desde la
Policía Local informaron ayer que el caso pasa al Juzgado y a la Policía
Nacional porque el agresor podría haber cometido un delito de maltrato
animal, castigado con penas de tres meses a un año de prisión e
inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de
profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.
http://www.eldiariomontanes.es/v/20140506/santander/destacados/policia-local-remitira-juzgado-20140506.html