Ana Calero y Sergio Ruiz, una pareja andaluza residente
en Sevilla, se hallaban el domingo a un click de distancia en Internet y
a 754 kilómetros de su perra Lara, desaparecida en agosto en Catoira e
identificada por ellos en una foto en Facebook datada en Bueu hace unos
días. Y tal es el cariño que sienten por este animal que no dudaron en
hacer las maletas y atravesar España. Desde ayer están ya en Bueu y
piden la colaboración ciudadana para cumplir su sueño. Han colocado
carteles y recorren la comarca de O Morrazo para intentar hallar alguna
pista que les indique el paradero del animal.
Esta historia comenzó el pasado agosto, cuando
esta pareja y su perra estaban disfrutando de la Romería Vikinga de
Catoira. Según relata su dueña, «Lara se asustó con los cohetes y salió
corriendo, no dejó rastro y no pudo volver», indica. La desaparición del
animal amargó la fiesta a Ana, que puso todo su empeño en recuperarlo.
Durante varios días estuvo dejando comida y prendas de ropa suyas para
que si Lara volvía por el lugar de la fiesta pudiese darse cuenta de que
la estaba buscando. «Le dejaba comida, ropita, cosas usadas para ver si
regresaba, pero no lo hizo», se lamenta su propietaria.
Ana y Sergio dedicaron el resto de sus vacaciones
a la búsqueda de su Lara. «Preguntamos en protectoras y perreras,
pusimos carteles, buscamos muchas veces debajo del puente donde se hace
la fiesta y creo que en Catoira todos nos conocen», destaca Calero. Pero
el reencuentro no tuvo lugar y las esperanzas se desvanecieron. «Al
segundo día nos dijeron que la vieron en la carretera de Vilagarcía, y
como anda mucho no sabíamos por dónde buscar». Así agosto llegó a su
fin, las vacaciones también y esta pareja andaluza tuvo que recoger los
bártulos y volver a Sevilla.
Y así pasó septiembre. Sin noticias hasta hace
tres días. «Encontramos en el Facebook de Perros Perdidos en Galicia una
fotografía de una perra al lado de una tienda de chucherías en el
centro de Bueu y era Lara», explica Calero. La autora de la foto les
indicó que no la había visto más, que quizás no era la perra que
buscaban, que quizás hacían el viaje en vano, pero no hubo forma de
convencerlos. «Es Lara, estoy segura», sostiene su propietaria andaluza.
Ana Calero se encariñó de Lara cuando era el
cachorrillo más pequeño de una camada de perros que vivían en el monte
en estado salvaje en Jaén. «Yo iba allí a darles de comer y un día solo
estaba Lara, llena de garrapatas y muy malita», relata. Eso fue hace 7
años. A sus dueños y a Lara les une este lazo especial, según explican, y
eso que esta mascota «no es de raza ninguna, es un mestizo, como ella
hay miles, pero ella es nuestra».
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/arousa/2013/10/01/vinimos-sevilla-busca-lara/0003_201310A1C7998.htm?utm_source=facebook&utm_medium=fbgen&utm_campaign=fbgen