Las investigaciones del Seprona en Galicia y Salamanca han permitido destapar un grupo organizado que presuntamente introducía en la cadena alimentaria restos de cadáveres de animales entre
los que figuraban mascotas o ganadería enferma cuyo único destino debe
ser su eliminación. Según las pruebas analíticas practicadas en una de
las plantas de transformación de la firma Fernando Corral e hijos S.L.,
con base en la localidad de Aldeaseca de la Frontera (Salamanca), las
muestras de grasas que eran distribuidas para confeccionar piensos para
animales tenían restos de ADN de perros y ovejas «sin ningún género de dudas». En el informe de la Guardia Civil incluso no se descarta «que se hubiesen utilizado para la elaboración de productos alimenticios para humanos».
El Juzgado de Instrucción número 3 de Ponteareas
ha admitido a trámite la denuncia del Seprona de Vigo por un delito
contra la salud pública y falsificación documental. A esta acusación se
han sumado también varios particulares y la sociedad protectora de
animales de Cambados, que podrían añadir una denuncia por estafa, al considerar que fueron engañados cuando llevaron cadáveres de mascotas para una adecuada eliminación.
Hasta el momento hay once personas implicadas en
la trama, entre las que figuran transportistas, responsables de
curtidurías y de otras empresas vinculadas al mundo animal. La red se
extendía por toda Galicia y existen indicios, como poco, de
irregularidades administrativas en empresas de Lugo, Salceda de Caselas,
Tomiño y Vigo.
El juzgado ha decretado como medida cautelar el
cese de extracción de materia prima de la planta de transformación de la
empresa de Salamanca implicada. La Fiscalía se ha sumado a la petición
al considerar que se trata de unos hechos que ponen «en riesgo» la salud pública.
De momento se desconocen las empresas que
hubieran adquirido productos adulterados con estas grasas animales.
Tampoco se descarta que las investigaciones acaben con la imputación de
más implicados. La grave irregularidad en la que habrían caído estas
firmas consiste en haber gestionado restos de animales de categoría 1,
es decir, animales enfermos, mascotas, ejemplares de zoológicos o de
experimentación, en una planta dedicada a tratar los que se corresponden
con la categoría 3 y que sí se pueden usar para fabricar piensos. En
este caso se incluyen partes de animales de mataderos o similar que ya
han cumplido los controles sanitarios pertinentes.
Nave ilegal
Buena parte de estos animales de categoría 1 eran almacenados de manera ilegal en
una nave del municipio pontevedrés de As Neves, que fue precintada
posteriormente. La Voz de Galicia destapó en mayo del año pasado la
presencia de hasta quince toneladas de cadáveres. Según afirmó entonces la Xunta,
los restos estaban acumulados para su posterior incineración y en aquel
entonces se descartaba que se reintrodujeran en la cadena alimentaria,
como se acaba de comprobar con pruebas de ADN practicadas en los
laboratorios de la Guardia Civil.
En esta misma operación y en las mismas fechas,
los responsables del Servicio de Protección de la Naturaleza de la
Guardia Civil de Vigo siguieron la pista a una residencia canina de
Salceda de Caselas. Allí se intervinieron tres congeladores llenos con
52 cadáveres de perros, 15 de gatos, uno de jineta y otros de otras
especies. Además, también había vehículos cargados con otros
subproductos con más cadáveres de animales.
Solo un almacén autorizado
En realidad, según comprobaron los agentes, en la
provincia de Pontevedra solo existe una firma autorizada para almacenar
los restos de mascotas y especies enfermas, situada en O Campiño, cuyo
gerente también ha sido investigado por la Guardia Civil. Las
averiguaciones realizadas por los agentes han permitido comprobar que
los documentos presentados no se corresponden con la realidad de las
firmas. En los informes de las empresas implicadas aparecen casos de
restos de animales cuya procedencia no estaba debidamente acreditada.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2013/01/30/descubren-adn-perros-ingredientes-piensos/0003_201301G30P14991.htm