Nos llegan denuncias anónimas, pero si no se pueden probar, apenas sirven de nada. El problema de las peleas de perros salta aquí y allá, con abundante rumorología, pero es habitual que, al intentar combatirlo y pedir colaboración, no se consiga erradicar tan macabra práctica. Las autoridades deben saber dónde y cuándo para pillar a los delincuentes.
Hace unos años, en Lugo descubrimos varios animales con desgarros y heridas producto sin duda de haber servido como espárrines para perros de pelea. Había sospechas de que la zona era lugar de entrenamiento, pero no dimos con el rastro de ese circuito delictivo que parece tener a Canarias como epicentro. Una pelea con apuestas la pueden montar unos amigos en plan timba en un descampado, pero este mundo tiene connotaciones mafiosas y hay gente que está haciendo mucho dinero.
Por eso sería importante la colaboración de algún testigo protegido, o un infiltrado que investigase los trapicheos con los animales. También sería deseable un mayor control sobre la cría de determinadas razas, una actividad bastante oscura. Pocos criadores están registrados por el Gobierno autonómico. Y sin embargo, a cada paso en las calles encontramos anuncios gratuitos sobre este comercio.
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2011/11/05/00031320526434306561167.htm
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