La
Guardia Civil ha intervenido cerca de 600 animales de compañía, en su
mayoría perros, que habían sido introducidos ilegalmente en España
procedentes de países del Este para comercializarse en nuestro país y en
Portugal con documentación y certificados veterinarios falsos. Además,
los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) han
inspeccionado a 21.340 animales en 2.208 establecimientos dedicados a la
venta de mascotas y han imputado a 16 personas, todas españolas y,
entre ellas, veterinarios y personal de las tiendas.
Este es el balance final de la operación "Argos" que la Guardia Civil, consciente de que en época navideña se produce más este tipo de fraude, puso en marcha en diciembre en todas las comunidades autónomas y que ha concluido ahora con esos resultados, como ha explicado a Efe la teniente Elisabel Sinde, de la Jefatura del Seprona.
Como resultado de estas actuaciones, la Guardia Civil ha formulado 1.309 denuncias por infracciones penales y administrativas, como falsificación de documentos, maltrato animal (en muchas ocasiones el transporte de los animales se efectuaba en pésimas condiciones) o utilización de habitáculos incorrectos para los animales.
Aunque el tráfico ilegal de mascotas se controla todo el año, la Guardia Civil intensifica en diciembre y enero las inspecciones para detectar la entrada irregular de los animales, tanto por mar como por tierra y aire, así como las tiendas donde se ponen a la venta.
Muchos de los animales intervenidos proceden de países del Este y, especialmente, de la República Eslovaca, donde las organizaciones delictivas los adquirían a precios muy bajos y los traían en furgonetas a España incumpliendo las medidas sanitarias pertinentes.
Una vez en nuestro país, la red falsificaba los documentos, tanto los certificados veterinarios como los correspondientes a la identificación del animal, como el número de microchip o la fecha de nacimiento e, incluso, el pedigrí.
La teniente recuerda a Efe que hasta que el animal, en este caso el perro, no tiene tres meses de vida no se puede transportar, por lo que las redes falsificaban la fecha de nacimiento, que debe ser exacta. Es decir, explica Sinde, no sirve con poner el mes y el año, sino que tiene que incluir el día exacto.
Y en esa documentación debe figurar además el criador, los propietarios por los que ha pasado el animal, el número de microchip, las vacunas que se le han puesto, el certificado veterinario y el documento que certifica que el animal puede viajar.
La Guardia Civil controla el cumplimiento de estos requisitos porque, como subraya la teniente del Seprona, se trata de evitar la entrada de animales enfermos y las estafas a los compradores de las mascotas, que en muchos casos no saben que la documentación que se les facilita es falsificada.
Las organizaciones, que en algunas ocasiones también roban los animales, se lucran con esta actividad, ya que las venden a precios que como mínimo triplican los que pagaron por ellos en los países de origen de la mascota.
Sinde recuerda a los compradores de mascotas que lo primero que tienen que tener claro es que quieren ese animal, porque "no es un juguete" y requerirá de unos cuidados y atenciones mínimos.
Aconseja asimismo que la compra se efectúe siempre en un centro autorizado para la venta de animales y que se exija a éste el pasaporte sanitario a fin de comprobar que el microchip del animal coincide con el que figura en ese documento.
Conocer las vacunas que precisa la mascota, las que tiene y dónde se las han puesto; verificar su estado sanitario con el fin de una posible enfermedad contagiosa pueda perjudicar a otros animales del hogar, o solicitar información sobre el tiempo de cuarentena que ha estado en el comercio desde que fue importado hasta su venta son otros consejos del Seprona a los compradores.
Este es el balance final de la operación "Argos" que la Guardia Civil, consciente de que en época navideña se produce más este tipo de fraude, puso en marcha en diciembre en todas las comunidades autónomas y que ha concluido ahora con esos resultados, como ha explicado a Efe la teniente Elisabel Sinde, de la Jefatura del Seprona.
Como resultado de estas actuaciones, la Guardia Civil ha formulado 1.309 denuncias por infracciones penales y administrativas, como falsificación de documentos, maltrato animal (en muchas ocasiones el transporte de los animales se efectuaba en pésimas condiciones) o utilización de habitáculos incorrectos para los animales.
Aunque el tráfico ilegal de mascotas se controla todo el año, la Guardia Civil intensifica en diciembre y enero las inspecciones para detectar la entrada irregular de los animales, tanto por mar como por tierra y aire, así como las tiendas donde se ponen a la venta.
Muchos de los animales intervenidos proceden de países del Este y, especialmente, de la República Eslovaca, donde las organizaciones delictivas los adquirían a precios muy bajos y los traían en furgonetas a España incumpliendo las medidas sanitarias pertinentes.
Una vez en nuestro país, la red falsificaba los documentos, tanto los certificados veterinarios como los correspondientes a la identificación del animal, como el número de microchip o la fecha de nacimiento e, incluso, el pedigrí.
La teniente recuerda a Efe que hasta que el animal, en este caso el perro, no tiene tres meses de vida no se puede transportar, por lo que las redes falsificaban la fecha de nacimiento, que debe ser exacta. Es decir, explica Sinde, no sirve con poner el mes y el año, sino que tiene que incluir el día exacto.
Y en esa documentación debe figurar además el criador, los propietarios por los que ha pasado el animal, el número de microchip, las vacunas que se le han puesto, el certificado veterinario y el documento que certifica que el animal puede viajar.
La Guardia Civil controla el cumplimiento de estos requisitos porque, como subraya la teniente del Seprona, se trata de evitar la entrada de animales enfermos y las estafas a los compradores de las mascotas, que en muchos casos no saben que la documentación que se les facilita es falsificada.
Las organizaciones, que en algunas ocasiones también roban los animales, se lucran con esta actividad, ya que las venden a precios que como mínimo triplican los que pagaron por ellos en los países de origen de la mascota.
Sinde recuerda a los compradores de mascotas que lo primero que tienen que tener claro es que quieren ese animal, porque "no es un juguete" y requerirá de unos cuidados y atenciones mínimos.
Aconseja asimismo que la compra se efectúe siempre en un centro autorizado para la venta de animales y que se exija a éste el pasaporte sanitario a fin de comprobar que el microchip del animal coincide con el que figura en ese documento.
Conocer las vacunas que precisa la mascota, las que tiene y dónde se las han puesto; verificar su estado sanitario con el fin de una posible enfermedad contagiosa pueda perjudicar a otros animales del hogar, o solicitar información sobre el tiempo de cuarentena que ha estado en el comercio desde que fue importado hasta su venta son otros consejos del Seprona a los compradores.
En el caso de la venta por
Internet, un precio llamativo o muy bajo debe ser, en principio, un
motivo de alarma, ya que se puede objeto de estafa, concluye la Guardia
Civil.
http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/5329524/sociedad/intervenidos-600-animales-de-compania-introducidos-ilegalmente-desde-el-este#.Uu6LD_vQSa9