lunes, 16 de julio de 2012

Uno menos en la familia

Adopción, apadrinamiento e incluso acogida de 'abuelos' son tres posibilidades que ofrecen asociaciones como Apadan o Gatocán para intentar buscar un nuevo hogar a las decenas de perros y gatos que viven en sus instalaciones. Un objetivo que, hoy por hoy, se hace más urgente que nunca, puesto que la crisis ha agravado la situación de las protectoras de animales coruñesas, que se encuentran desbordadas, sin una sola plaza libre y con largas listas de animales a la espera de poder entrar

LUCÍA GONZÁLEZ| A CORUÑA Perros o gatos que deambulan por las calles en busca de alguien que les dé un poco de cariño es una estampa cada vez más habitual y que, por desgracia, también pasa más desapercibida. El abandono de mascotas ha dejado de ser solo una "moda" de verano, subrayan desde entidades coruñesas como la Asociación Protectora de Animales Domésticos Abandonados del Noroeste (Apadan) o Gatocán, que alertan, además, de que la crisis económica ha reducido el número de familias interesadas en adoptar. Una situación que hace que las instalaciones de estas organizaciones se encuentren al límite de su capacidad y tengan serias dificultades para acoger a nuevos animales.

"La crisis ha provocado que las adopciones caigan drásticamente", señala la presidenta de Gatocán, Beatriz Martín, quien asegura que los gatos suelen tener más opciones a hora de encontrar un nuevo hogar, "por la comodidad que ofrecen, al ser animales más independientes". Al contrario que Gatocán, Apadan solo recoge perros pero, aún así, estos llegan a ocupar "el 100% del refugio", subraya la presidenta de esta asociación, María Díaz de Piñeiro.

Las presidentas de Gatocán y Apadan coinciden en que el abandono de animales ha dejado de ser una "moda" de verano, para convertirse en una constante durante todo el año. Beatriz Martín destaca, especialmente, la existencia de una "nueva" y "preocupante" tendencia de abandono "masivo" de perros, que se produce una vez concluida la temporada de caza y que, lamenta, "se repite año tras año". "Los canes abandonados por cazadores suponen alrededor del 70% de los animales que recibimos", destaca.

Otro tipo de abandono "bastante habitual", apunta la presidenta de Gatocán, es el que llevan a cabo personas que han adoptado animales pero que, debido a la crisis, han visto reducidos sus recursos económicos y no pueden mantenerlos. "En estos casos, suelen traerlos de nuevo a la protectora porque no saben qué hacer con ellos", señala la presidenta de Gatocán.

El espacio con el que cuentan las protectoras de animales coruñesas -230 plazas, en el caso de Gatocán y 115, en el de Apadan- no cubre las necesidades actuales, por lo que, aseguran sus responsables, siempre están "al límite". Las políticas de no saturación impiden a estas asociaciones aceptar en sus refugios a todas las mascotas cuyo abandono les es notificado, de manera que puedan garantizar que los animales vivan en sus instalaciones en las mejores condiciones posibles. En Apadan, incluso se han visto obligados a crear un registro de "rebotados", en el que se incluye a todos aquellos perros que, pese a carecer de un hogar, no pueden ser recogidos por falta de espacio. Se trata, en su mayoría, de cachorros que, tanto en camadas como en solitario, son encontrados en la calle.

Junto con la bajada en el número de adopciones, la crisis afecta, sobre todo, al financiamiento de las protectoras que, sin colaboradores que aporten su granito de arena, serían incapaces de subsistir y dar a los animales "la calidad que vida que se merecen". "Por desgracia, son muchos los socios se han dado de baja en los últimos meses", lamenta la presidenta de Apadan.

Más allá de la coyuntura económica, que influye tanto en los recursos con los que cuentan las protectoras como en el volumen de adopciones, está la ausencia de compromiso. "La falta de valores y la irresponsabilidad de las personas son las causas principales del abandono de mascotas", opina Díaz de Piñeiro. Martín, por su parte, remarca: "Hay que concienciarse antes de adoptar; un animal no es un peluche para regalar".

Parejas jóvenes o matrimonios con hijos son los perfiles más habituales del adoptante de un animal abandonado, apuntan desde las protectoras coruñesas, que suelen ofrecer tres alternativas de colaboración: adopción, acogida o apadrinamiento.

La adopción es la mejor opción para el animal, ya que le proporciona un hogar definitivo. "Supone adquirir un compromiso de por vida", subraya la presidenta de Apadan, María Díaz de Piñeiro, quien recuerda el "carácter permanente" del contrato que se firma en estos casos. "Muchas personas se sienten intimidadas por este motivo, ya que no se ven preparadas para asumir semejante responsabilidad", comenta.

La acogida permanente, que ofrece Apadan, es bastante similar a la adopción. En virtud de este programa, los perros seguirán perteneciendo a la protectora, que se encargará de suministrar a las familias la medicación o la alimentación específica que precise cada animal (en caso de que tenga que seguir alguna dieta), además de llevar a cabo un seguimiento.

Pero como no todo el mundo puede llevarse una mascota a casa, algunas protectoras también permiten la opción de apadrinar a alguno de sus perros. De este modo, el animal sigue en el refugio, pero sus padrinos costean parte de sus gastos y pueden acudir a visitarlo cuando quieran.

http://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2012/07/16/familia/627858.html