Cinco gatos de corta edad fueron rescatados del interior de un
contenedor soterrado de Torreforta después de ser abandonados por su
dueño. La Guàrdia Urbana identificó a los presuntos responsables, a los
que abrió diligencias penales por una falta de abandono de animales,
que conlleva una pena de multa que oscila entre los 20 y los 1.200
euros, según el Código Penal.
Tensa espera la vivida en la medianoche
del pasado domingo en la calle Deltebre de Torreforta para poder
rescatar a los felinos. Un vecino alertó a la Guàrdia Urbana de que en
uno de los contenedores soterrados situados delante del número 33
escuchaba el ruido de algún animal que podía estar llorando. Apuntaba la
posibilidad de que fueran unos gatos o unos perros. Una patrulla
policial acudió al lugar y comprobó que efectivamente eran unos gatos de
corta edad.
Inicialmente, la empresa encargada del servicio de
recogida de basura aseguró que no podía extraerlos. Finalmente se optó
por levantar el contenedor. Para ello fue necesaria la intervención de
un camión de recogida de basura para que alzase el recipiente y verter
en la vía pública todos los restos para poder rescatar a los gatos con
vida.
Cuando estaban todos los desperdicios en el suelo fue
localizada una bolsa de color azul totalmente cerrada, de cuyo interior
salían los maullidos de los gatos.
Los agentes abrieron la bolsa, en
cuyo interior estaban los felinos junto con restos de comida china,
fiambreras de plástico de color blanco y un resguardo de un restaurante
chino que reparte comida a domicilio. Una de las personas que estaba en
el lugar se ofreció a acoger a los cinco gatos.
En busca de los autores
Los
guardias acudieron al domicilio –situado cerca del lugar– que figuraba
en el resguardo de compra. Preguntaron al hombre que les abrió la puerta
qué habían comida. La respuesta fue «comida china». Los agentes,
mientras hablaban, observaron que en la casa habían gatos. Preguntaron
al hombre si habían echado al contenedor una bolsa con gatos; dijo que
no. Incluso aseguro que él los recoge y que si le denuncian por ello los
pondrá todos en la calle.
Como ninguno de los residentes en la
vivienda –un matrimonio y sus dos hijos– se hizo responsable del
abandono, los agentes abrieron diligencias contra los cuatro, que
tendrán que acudir a juicio.
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