La asociación de defensa de los perros, Perrikus, convocó ayer a varias decenas de personas, que poseen perros de caza adoptados, para protestar contra el maltrato que sufren estos animales por parte de algunos cazadores. La acción reivindicativa consistió en un paseo desde la plaza de la Independencia hasta la plaza de A Constitución.
La marcha fue realizada también en otras ciudades españolas con la misma finalidad. De hecho. Los convocantes de la acción reclamaron la necesidad de adaptar las leyes. «Salvo en Cataluña, hace veintidós años que no se renueva la ley de maltrato animal», recordó Tania Rodríguez, portavoz en Galicia de Perrikus.
En el paseo reivindicativo de ayer también se sumaron otras asociaciones gallegas relacionadas con la defensa de los animales. Los dueños de galgos adoptados lucían unos pañuelos de colores en sus cuellos. «Este es un paseo en contra de los malos tratos por parte de los cazadores, sus abandonos y, cómo no, en contra de la caza», afirmó la persona convocante del acto reivindicativo.
La caza de la liebre con galgo está totalmente prohibida en el resto de Europa. Solo España, Portugal e Irlanda siguen fomentando esta actividad que, según explican los abolicionistas, oculta «un problema terrorífico de miles de animales criados en exceso, abandonados, ahorcados, degollados y arrojados a pozos y cunetas cada año».
En la ciudad de Vigo, las personas que poseen galgos adoptados se reúnen todos los domingos, a las once de la mañana, en la playa de O Vao. Ahora, tienen previsto seguir realizando paseos reivindicativos como el de ayer todos los segundos domingos de cada mes, al igual que en otras localidades españolas.
«Salvo en Cataluña, hace veintidós años que no se renueva la ley y creemos que ya es necesario»
Apenas quedan 20.000 leones en libertad, solo 4.000 de ellos machos
Los naturalistas Dereck y Beverly Joubert lanzan una campaña para salvarlos
Pocas experiencias hay tan impresionantes como oír el rugido de un león en la inmensa noche africana. Ese sonido que parece brotar de las entrañas mismas de la naturaleza y llenarlo todo es la quintaesencia de África. Como lo es la melena del gran depredador. Símbolo regio por excelencia, encarnación del poder, imagen de la fuerza, el león parece inmortal y eterno. Y sin embargo se encuentra en una situación de peligrosa vulnerabilidad, en el límite incluso de la extinción. "Aunque muchos lo consideren imposible, tenemos que empezar a pensar en un África sin leones muy pronto", advierte Dereck Joubert, una de las personas del mundo que mejor conoce a esos felinos. "Si no ponemos remedio inmediatamente, van a desaparecer, y rápido, en 10 o 15 años".
¿Qué amenaza al rey de la selva? "Cinco cosas: el hombre, el hombre, el hombre, el hombre y el hombre", recalca con ferocidad el naturalista. En su opinión, bastaría con 50 millones de dólares - "un precio barato"- para salvar al gran icono de África, del que apenas quedan 20.000 ejemplares, tras ver reducida su población en las últimas dos décadas en un 50 %. Hace medio siglo había 400.000. Pueden parecer muchos esos 20.000, sobre todo si piensas en los devoradores de hombres del Tsavo o de Wangingombe, o si has visto alguno muy cerca. Pero, señala Joubert, solo unos 4.000 son machos. Y, sin contar con los que masacran los furtivos, se cazan con licencia 600 de ellos al año, para trofeos, lo que provoca un declive imparable en las manadas, organizadas segun un esquema familiar.
Dereck y su mujer, Beverly Joubert, sudafricanos, llevan casi treinta años filmando leones e investigando su comportamiento en los grandes parajes del continente, sobre todo en Botsuana y Kenia. Exploradores en residencia de National Geographic, son autores de 22 filmes y diez libros, además de diversos artículos científicos y numerosos reportajes. Saben de leones. Quien firma este reportaje los ha visto desde su mismo todoterreno rastreando a los felinos en la sabana en emocionantes jornadas de garra y colmillo. Una vez, Dereck filmaba tan cerca de una cacería que se manchó de sangre; nunca ha sabido, dice, si quien pasó rozándolo mientras miraba por el objetivo ensimismado fue el búfalo o, ¡Dios santo!, el propio depredador.
Hoy no estamos en los predios del león, ni se recortan en el inacabable horizonte las manadas infinitas de sus presas. Esto es París, no hay más leones que los de bronce que adornan algunas plazas o los de los relieves asirios del Louvre. Los Joubert han dejado sus escenarios salvajes para encender desde aquí la luz roja de advertencia sobre el terrible destino de las fieras.
Beverly viste chic aunque conserva su sombrero. A Dereck se le nota más incómodo, a lo Cocodrilo Dundee en la ciudad. A su paso por el boulevard Saint Germain la gente se gira sin saber bien si se han cruzado con una versión asilvestrada de Karl Lagerfeld o con Buffalo Bill, regresado a la capital francesa con su Wild West Show más de un siglo después. La otra noche se proyectó en primicia en la Biblioteca Nacional de Francia el extraordinario filme de los Joubert Los últimos leones, acerca de una hembra, bautizada Ma di Tau ("madre de leones", en tsuana) que lucha por la supervivencia en Duba, una isla en los pantanos del Okavango, en Botsuana, como una metáfora de su especie. Es una película de enorme dramatismo, con imágenes de los leones cazando en el agua y narrada en tono épico por Jeremy Irons -paradójicamente la voz de Scar, el león malo en El rey león-. La emite mañana lunes a las 18.00 Nat Geo Wild (dial 130 de Canal +) y la siguen cada día hasta el domingo otras producciones sobre leopardos, pumas, jaguares, tigres, guepardos y la pantera nebulosa: una semana de fieras. El filme, acompañado por un libro, sirve de reclamo de la iniciativa Big Cats lanzada por los Joubert para tratar de salvar a los leones y a otros grandes felinos en peligro de extinción (incluye una campaña en Internet).
Sentados en un café, les señalo a los Jou-bert si no les parecen muy crueles algunas escenas de su película -como la del cachorro de león arrastrándose con la espalda rota o la del búfalo con el befo colgando tras un mordisco-. "La naturaleza es indiferente, no cruel", salta Beverly. "No hay maldad en la naturaleza, solo en el hombre". Para amansar a los dos naturalistas les pregunto de qué le sirve la melena al león. Apunto que el gran George B. Schaller, autor del estudio definitivo sobre los leones (The Serengeti lion, 1972, un voluminoso tomo que llevo conmigo para impresionarlos), considera que puede ser un elemento de protección. "Hay muchas teorías, defensa, temperatura", responde Dereck mesándose su propia melena. "Mi opinión es que la usan como bandera, para que los reconozcan los demás". El especialista en leones alaba a Schaller (del que Altaïr ha publicado unos relatos memorialísticos maravillosos en Un naturalista y otras bestias) y su trabajo: "Nos conocemos y nos carteamos, es un gran zoólogo, inteligente y humilde, le consultamos muchas cosas; coincide con nosotros en el declive del león, como todos los expertos". La lectura de The Serengeti lion confirma muchas de las cosas que aparecen en el filme: abundan los leones tuertos, como Silver Eye, la infanticida y acerba rival de Ma di tau. Y la mortandad de cachorros es verdaderamente espeluznante (más del 67 %).
El proyecto Big Cat exige que se prohíba ya cazar leones, igual que ha sido prohibido cazar tigres
Los Joubert subrayan que hoy existe un consenso absoluto entre los científicos sobre que los leones están cerca de la extinción. Sin embargo, recuerdan, se los puede seguir cazando legalmente en Tanzania, Zambia, Namibia, Zimbabwe y Sudáfrica. Otros países permiten la caza con restricciones y en otros no hay protección legal alguna. Son muy pocos los que han prohibido completamente cazarlos. La presión de los cazadores occidentales que pagan -y mucho- por su trofeo es tan grave, según los naturalistas, como la de los furtivos. "El león es el único felino realmente social y cuando matas a uno toda la manada se resiente", indican. "Hemos calculado que por un león cazado puedes perder veinte. Llevarte un león para colgarlo en la pared supone una tragedia colectiva. Pero no hay forma de que lo comprendan los cazadores, especialmente en los EE UU. Muchos se creen Hemingway". Hay que ver el daño que ha hecho Verdes colinas de África, apunto. "No se dan cuenta de que los tiempos han cambiado. Cazar un león cuando se están extinguiendo ya no es un deporte cool".
Dereck no entiende como muchos cazadores que afirman amar la naturaleza son capaces de matar a un león. "Es inconcebible, dicen 'qué hermoso', y le disparan, así, sin ningún remordimiento. Con una mirada que es difícil sostener si no eres un león, me reprocha como si yo esgrimiera un rifle .375 H&H y no un boli: "Hay muchos españoles en la caza mayor".
¿No está peor el tigre? "Quedan menos, efectivamente. Unos tres mil en estado salvaje. Pero desde el punto de vista de la conservación no es lo mismo perder un tigre que un león. El tigre no es social, viven de manera solitaria en territorios enormes y la muerte de uno no afecta de manera tan grave a la especie. Con muchos menos tigres puedes asegurar su pervivencia". El tigre, además, se encuentra mejor protegido legalmente. De hecho una de las iniciativas del proyecto Big Cats es lograr la equiparación de ambos. Poner al león africano en el Apéndice I de la Convencion de Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) y no en el II como está ahora . "Que se prohíba ya cazar leones, como se ha prohibido cazar tigres".
Una de las ideas iniciales de los Joubert era comprar licencias, es decir, pagar para salvar a leones condenados, pero ahora creen que la medida es insuficiente. Además de detener la caza legal, hay otros frentes. "Hay que preservar las áreas protegidas. Hace falta dinero para pagar compensaciones a las tribus que pierden su ganado en las garras de los leones y los matan por ello, pagarles la vaca muerta a precio de mercado. Y para educar a los masais y a los demás en la idea de que los leones no son una amenaza a sus intereses sino una fuente de riqueza". Otro gasto es en la protección de ganado. Dereck señala la posibilidad de colocar algún tipo de dispositivo electrónico en los leones que advierta de su presencia a las vacas. Salvar al león significa, destacan los Joubert, salvar a muchas otras especies, el ecosistema africano e incluso los parques naturales y a los propios africanos. "No olvidemos que el gran reclamo de los safaris fotográficos es los leones. Si dejara de haberlos, el turismo desaparecería. Nadie quiere ir a una reserva en África en la que no haya leones".
Siempre quedarán los leones en cautividad. "No es lo mismo. A pesar de experiencias como la de la Elsa de Nacida libre, los leones no pueden ser reintroducidos con éxito en la naturaleza". Los Joubert están contra los zoos. "Hoy hay otras formas de observar animales, como las películas, incluso en 3D". En cuanto a los circos, "son una absurda extravagancia que ridiculiza y humilla a los animales". Estos, recalcan, "no están en el mundo para entretenernos", y se los debe ver en su medio en un ambiente de "celebración y respeto".
En cambio, consideran que los gatos domésticos, tener uno, son una buena forma de aprender lo fascinantes que resultan los felinos. "Aprendes más de los leones observando a un gato que yendo al circo o al zoo. Entendiendo al gato, entiendes al león".
Una cuarentena de municipios podría acogerse a este servicio que nació con la idea de ser solo comarcal
A.T. - O SALNÉS Unos cuarenta municipios de Pontevedra podrían adherirse al proyecto de perrera mancomunada provincial de O Salnés para solucionar uno de los graves problemas que les afectan en mayor o menor medida, pero que en conjunto alcanza números rayanos en el escándalo. En el lugar de Busto (Armenteira–Meis), hace dos años que se terminaron unas modernas instalaciones con capacidad para unos quinientos perros, pero en su día se proyectó con la idea de acoger solo a los animales de la comarca de O Salnés. Tras el macabro hallazgo de la "fosa común" de perros en Valmiñor, las autoridades buscan ahora una solución a la tremenda situación de los canes vagabundos, la mayor parte procedentes de abandono de cazadores porque en un momento dado ya les son inservibles. Los responsables del refugio de Cambados creen que acoger todos los perros de la provincia en Meis puede ser una auténtica barbaridad, no solo por la distancia sino también por los costes, amén de que podría incluso provocar el rechazo de los vecinos, cosa que aún no se valoró. Olga Costa, Carlos Alonso y Mónica Migueres Oubiña, se reúnen esta tarde con el presidente de la Diputación, Rafael Louzán para desbloquear la situación de la perrera de Meis, de cuya gestión se podrían ocupar a partir de ahora. Parten de que abrir las instalaciones de Meis debe ser un recurso para el acogimiento de los perros que hayan sido abandonados, pero creen imprescindibles otras medidas. "Lo más importante es una campaña de esterilización de los animales sueltos para evitar la proliferación de cachorros a lo largo y ancho de la geografía provincial". Los datos son escalofriantes pues una pareja de perros puede engendrar quinientos cachorros en solo siete años. La población crece, por tanto, de forma exponencial y las posibilidades de atender toda esta demanda se convierte en inviable. La saturación de las actuales perreras es absoluta. En sus jaulas no cabe ni un solo animal más. Tampoco sirven políticas de exportación de animales que solo mitigan de forma mínima la situación. Olga Costa coincide con el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en la necesidad de un programa de "castración" tanto destinada a perros como a gatos, unas poblaciones que crecen a pasos agigantados en toda Galicia y que es un grave problema para todos los ayuntamientos que, en definitiva, son los que deben preocuparse de contener esta propagación. Para ello gestionan perreras que no solo están al límite de su capacidad, sino que tienen serios problemas económicos para afrontar el terrible gasto que generan. Un buen servicio es costosísimo, como los 60.000 euros que cobraba una empresa privada por atender 60 perros en Ferrol, cuando la de Cambados cuenta con un presupuesto de unos 19.000 euros al año, eso sí atendida por voluntarios que realizan un trabajo altruísta. El equilibrio es la solución y para ello la mancomunación de servicios es clave. El principal gasto de un refugio es el del veterinario, pero también puede suponer un gran desembolso necesitar una cuadrilla de laceros, sin olvidar comida o productos de limpieza. http://www.farodevigo.es/portada-arousa/2012/02/13/propuesta-perrera-meis-sea-provincial-supone-saturada-abrir/623241.html
S. R. - PONTEVEDRA "No somos una asociación protectora que recoge animales, los veinte que tenemos temporalmente están en acogida, sino que centramos nuestra labor en el asesoramiento a las protectoras y asociaciones en temas relacionados con el maltrato animal, abandono de mascotas, daños al medio ambiente y protección de la fauna salvaje", explica Verónica Trillo, que ayer acudió con sus compañeros de asociación al parque de perros de A Xunqueira para dar a conocer las mascotas en adopción y concienciar sobre la importancia de identificar a los animales mediante el preceptivo chip.
—¿Qué es Acopo?
—Surgió en abril, éramos un montón de gente que habíamos estado vinculados a protectoras, otros son abogados animalistas, otros tenían experiencia en temas de fauna salvaje y empezamos con la creación de un blog. Desde él asesorábamos en temas legales, de medio ambiente y empezamos a difundir los casos de las demás protectoras. Creamos una base de perros perdidos y nuestra idea inicial era abarcar Galicia, pero cuando nos dimos cuenta de que el 80% de todas las protectoras pertenecían a la provincia y que no íbamos a ser capaz de asumir todo el trabajo ya nos centramos en la labor en Pontevedra. En julio nos formamos como asociación y trabajamos temas de medio ambiente, de hecho hemos ganado unas alegaciones a una mina de Mondariz, y también en el tema del lobo ibérico y la nueva Ley de Caza.
—Las asociaciones de defensa animal se han reunido hace escasos días en Pontevedra ¿Cuántos animales abandonados contabilizan en estos momentos en las protectoras de la provincia?
—Las protectoras y nos facilitaron los datos y se llegó a una cifra de 2.243 animales recogidos en protectoras, el 80% perros y el 20% gatos, eso solo los que hay recogidos, no se cuentan ahí las decenas que están tirados por las calles y los que están en manos de empresas privadas.
—¿Animan a denunciar casos de animales permanentemente atados?
—Nosotros creemos que se debe incluir a los animales permanentemente atados dentro del maltrato animal, cosa que ahora mismo no incluye la Ley de Protección Animal. El caso típico del vecino que siempre ha tenido a su animal atado ha motivado que nos hagan consultas legales a ese respecto y les respondemos que por desgracia ese supuesto no está incluido, para nosotros y para cualquier persona con sentido común, no hace falta ser una persona con un especial afecto por los animales, sabe que tener un animal atado y día y noche es una auténtica barbaridad.
—¿Qué le reclaman las protectoras a la Xunta?
—Que aplique la ley, solo que la aplique, nosotros no nos inventamos nada, la ley dice claramente que a partir de julio de 2003 es obligatorio identificar a todos los animales, ¿por qué no se aplica? Solo si se cumpliese la ley el 80% de los abandonos de mascotas desaparecería. Y también están las campañas de concienciación, porque la última que hizo la Xunta fue de 2006, llevamos ya seis años sin campañas para informar al público, recuerdo que la última campaña fue muy buena y esas acciones tienen efectos muy positivos, no vale de nada recoger animales porque si uno recoge 5 acaba teniendo 10, si recoge 10 acaba con 20 y siempre están tirados. Así no se soluciona el problema.
La vista tendrá lugar el martes, en el Juzgado de lo Penal 5 de Cádiz · El animal, acogido por Siempre Contigo, perdió la visión de un ojo de una brutal paliza
Un vecino de Chipiona será juzgado mañana por maltratar a su perro. La vista tendrá lugar en el Juzgado de lo Penal, número 5 de Cádiz, según informaron ayer desde la asociación protectora de animales Siempre Contigo de Rota, que ejerce la acusación popular.
El colectivo recordaba ayer que fue en abril de 2010 cuando la Policía Local de Chipiona les solicitaba ayuda para un perro "al cual su propietario había dado una paliza". "Cuando el animal llegó, no podíamos dar crédito a lo que veíamos. El perro venía en un estado tan lamentable que la veterinaria dudaba que pasara de la primera noche", explicaron desde Siempre Contigo.
Numerosos golpes propinados habían provocado al animal inflamación de la cabeza, hemorragia nasal, rotura de piezas dentales, heridas abiertas en cráneo y rotura de labio, graves lesiones todas ellas que se sumaban al estado de desnutrición avanzado que presentaba el perro e infestaccion de pulgas. Los miembros de la protectora bautizaron al perro como Alejandro, "por lo luchador que fue". Tardó casi tres semanas en ponerse en pie y su caso dio la vuelta al mundo, recibiendo en la asociación roteña "más de 3.000 firmas de apoyo desde todas partes del mundo e incluso regalos desde Holanda, Alemania y ciudades de España".
El pasado 27 de septiembre de 2011, tuvo lugar una vista de este asunto en los Juzgados de Sanlúcar. Y la asociación, personada, reclamó que los hechos no se juzgaran como falta, sino como delito, "dada la brutalidad de los daños. Y así lo estimó el juez, con el apoyo del fiscal".
"Tanto los abogados como la procuradora de Alejandro, tras conocer el caso, se han ofrecido a realizar su trabajo de manera totalmente altruista", agregaron desde el colectivo.
El perro sufre secuelas irreversibles como la pérdida de visión de su ojo izquierdo, y rotura del nervio que le ha provocado hundimiento de la parte izquierda de su cabeza, así como dolores crónicos en todo el cuerpo.
El maltrato animal, regulado por el artículo 337 del Código Penal, contempla penas entre tres meses y un año de prisión. Fue levemente modificado en la reforma que entró en vigor en diciembre de 2010, suprimiendo el término 'ensañamiento' que figuraba en la anterior redacción del citado artículo y que, según las protectoras de animales, "constituía un auténtico coladero por el que los maltratadores de animales escapaban impunes de las agresiones más brutales".
"Palabras para un Toro sin Voz", publicado por Ediciones Hades, es un grito colectivo. Un “¡Basta!” que pretende romper el silencio que encarna la complicidad de parte de la sociedad y de la administración, ante lo que no por ser legal deja de significar una acción cobarde y miserable que, atendiendo a la ética que tantas veces parecemos ignorar, sólo podría ser calificada de crimen: el Torneo del Toro de la Vega. Es la voz de quien carece de la capacidad hablar, que no de expresarse, y que no podemos negarnos a escuchar: la voz de una víctima, el Toro.
En la obra participan numerosos autores que suman sus plumas y sensibilidad a esta causa y a la iniciativa que partió de la Plataforma "Manos Rojas": Rosa Montero, Soledad Puértolas, Juan Kalvellido, Emilio Silva , Carlos Mañas, Ángel Padilla, Jorge Riechmann, Ruth Toledano, Hugo Cardalda, Esther Tusquets, Luisa Cuerda, Asier Triguero, Fernando Delgado , Rafael Narbona, Jose Luis Victoria, Fernando González "Gonzo", Carlos Azagra, Elvira Lindo, Nativel Preciado, Ricardo Muñoz José, José Luis Ordóñez, David Fernández Rivera, Ian Gibson, Vicent Jaume Almela, Javier Montilla, Eduardo Galeano y Julio Ortega Fraile.
En la presentación intervendrán Fernando González "Gonzo", periodista y reportero de La Sexta TV; Marián Priego, Jefa de producción de Radio Vigo (SER), Carlos Mañas, escritor y Presidente de "Solidarios Anónimos"; David Fernández Rivera, poeta y dramaturgo; José Luis Victoria, editor y escritor y Julio Ortega Fraile, cofundador de la Plataforma "Manos Rojas" y delegado de LIBERA! en Pontevedra.
Se ruega confirmar la asistencia al siguiente correo: j.ortega@liberaong.org
Evento en facebook: https://www.facebook.com/events/268212026580617/
Dificultad: fácil Tiempo de preparación: 20 minutos Raciones: para 4 hamburguesas Ingredientes:
♥ 200 g de tofu duro ♥ 1 taza de espinacas frescas ♥ 1 cucharada de salsa de soja ♥ 1/2 taza de harina integral de espelta ♥ 1 cucharadita de harina de tapioca ♥ 1/2 cucharadita de ajo en polvo ♥ 1 cucharadita de perejil picado ♥ 1/2 cucharadita de tomillo ♥ 1/2 cucharadita de romero picado ♥ 1/2 cucharadita de pimentón dulce ♥ una pizca de sal ♥ una pizca de clavo molido ♥ aceite de oliva
Escurre el tofu, desmenúzalo un poco con las manos y ponlo en un colador bien fino con peso encima (con 1kg es suficinte) para que escurra, al menos, 2 horas.
Pon el tofu en un bol grande, añade las espinacas y remuévelo muy bien. Agrega la salsa de soja y mézclalo. Añade la harina de tapioca, el ajo, perejil, tomillo, romero, pimentón, sal y clavo, y mientras remueves ve añadiendo la harina de espelta poco a poco. Cuando te sea difícil mezclarlo, trabaja la masa con las manos hasta que quede una pasta manejable.
Divide la masa en 4 porciones y forma las hamburguesas con las manos o con un molde para hamburguesas.
Para hacerlas en la sartén: hazlas de una en una en suficiente aceite caliente (175ºC o a fuego medio-alto) como para cubrir el fondo, no es necesario que cubra toda la hamburguesa.
Para hacerlas en el horno: pincela ambos lados de las hamburguesas con aceite de oliva y ponlas en una placa para horno, sobre papel para hornear. Mételas al horno a 180ºC durante 10 minutos o hasta que se doren.
Para acompañar: hemos usado molletes a la plancha, lechuga batavia, tomate, cebolla morada, mayonesa vegetal (veganesa) y brotes de alfalfa.
Sugerencias: Se puede añadir ketchup y mostaza, y en lugar de veganesa, hummus o algún otro paté a tu gusto. Quedan muy bien al horno acompañadas de verduras a la plancha y alguna salsa ligera de tomate.