Una correcta gestión de los subproductos animales
es necesaria para mantener la confianza de los consumidores en la
seguridad alimentaria. El caso de As Neves ha puesto en tela de juicio
las medidas que se adoptan en el almacenaje.
El control de los subproductos más peligrosos
Los cuerpos enteros o cualquiera de las partes o
piezas de animales domésticos o silvestres y aquellos sospechosos de
estar infectados deben ser eliminados mediante la incineración. Su
eliminación por enterramiento está terminantemente prohibida, ya que
puede causar un enorme daño al medio ambiente, contaminando terrenos y
suministros de agua, y constituir un delito muy grave.
Los riesgos que entraña una gestión ilegal
Pueden generar riesgos para la salud pública y la
animal si empresarios sin escrúpulos vuelven a introducir estos restos
en la cadena alimentaria o si los mezclan con otros desechos animales
autorizados para ser utilizados como materia prima en la elaboración de
piensos. Diferentes episodios han ilustrado esta amenaza en los últimos
años: los brotes de fiebre aftosa, la crisis de las vacas locas (con la
transmisión de la encefalopatía espongiforme a humanos) y el hallazgo de
dioxinas en los análisis realizados a determinados forrajes han
evidenciado que la utilización indebida e incontrolada de los
subproductos animales son un problema real.
Las presuntas irregularidades que se cometieron en As Neves
Las investigaciones del Seprona determinan la
falta de documentación que justificara una correcta gestión de todos los
residuos hallados en las naves de As Neves. La empresa carecía de
permisos para el almacenamiento. El reglamento aprobado por la Unión
Europea en el año 2009 obliga a que este se haga con la debida
autorización, siguiendo unas medidas estrictas de higiene y limpieza, y
con dispositivos apropiados de protección.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2012/05/08/polemico-ahorro-gestion-residuos/0003_201205G8P13992.htm
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