martes, 29 de noviembre de 2011

¿Asesinados por queratina? La extinción innecesaria de los rinocerontes

Hace algunas semanas, en las agencias de noticias circularon informes sobre la extinción de dos subespecies de rinocerontes. A fines de octubre, el reporte de la muerte del último rinoceronte de Java (Rhinoceros sondaicus annamiticus) en Vietnam confirmó lo que muchos en el mundo de la conservación habían sospechado por algún tiempo: que ahora esta subespecie está extinta. Tristemente, El rinoceronte Negro Occidental de África (Diceros bicornis longipes) también fue declarado extinto.

En Vietnam, el rinoceronte de Java tuvo un final infame. Al último individuo sobreviviente, una hembra, le habían disparado en la pierna y falleció como consecuencia de una infección, lo que sin duda le ocasionó una muerte lenta y dolorosa. El resultado final fue el mismo: se encontró el cuerpo con el cuerno amputado cruelmente.

En los últimos años, antes de declararlo extinto, se había especulado sobre el destino del último rinoceronte de Java en Vietnam. La subespecie fue redescubierta en 1988, cuando se encontró un individuo cazado furtivamente en el Parque Nacional Cat Tien. La presencia de un mamífero tan grande e icónico, y a la vez enigmático, que había permanecido escondido del mundo por tanto tiempo, desencadenó un número importante de actividades de conservación en Cat Tien. El gobierno de Vietnam, apoyado por ONGs de conservación internacional, movilizó recursos para proteger a la última población restante, estimada entre 7 y 10 individuos.

Sin embargo, en enero de 2011 la prensa vietnamita informó que uno de los últimos rinocerontes de Java había sido asesinado en Cat Tien, y surgió la especulación sobre si éste era el último individuo sobreviviente, ya que muy pocos habían sido encontrados en años recientes. En octubre 2011, un informe de WWF-Vietnam, basado en un extenso análisis de ADN, concluyó que el rinoceronte de Java en Vietnam, una subespecie que en algún momento habitara desde la región del Mekong hasta el sur de China, había desaparecido. Una subespecie pariente del rinoceronte de Java (R. sondaicus sondaicus), aún vive precariamente en el Parque Nacional Ujong Kulun, en el extremo occidental de Java, la isla más densamente poblada por humanos en el mundo. A diferencia de otras subespecies de rinocerontes, no hay rinocerontes de Java en cautiverio.

El Rinoceronte Negro Occidental, una subespecie que alguna vez habitó la Sabana del centro y occidente de África, fue declarado como extinto en 2006, pero permaneció la evidencia de individuos existentes. Lamentablemente esta evidencia se fue diluyendo en años recientes y la subespecie también ha sido declarada extinta por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Otras subespecies de rinocerontes en África, el rinoceronte blanco del norte (Ceratotherium simun cottoni), que anteriormente habitaba desde Chad hasta el norte de Uganda, también está cerca de la extinción.

Es bien conocido que los rinocerontes son cazados por sus cuernos. Tradicionalmente se utilizan para mangos de dagas ceremoniales en el Medio Oriente (jambiyas), particularmente en Yemen y Omán, cuyo comercio está prohibido oficialmente desde 1982. Mitos culturales más recientes acerca de los cuernos han llevado a su extensa comercialización, en particular a China y otros lugares de Asia. Los cuernos de rinoceronte se venden como “remedio” para una amplia gama de enfermedades, desde fiebre hasta artritis, cáncer, y sin duda en una afirmación de su potente simbolismo, como afrodisíaco.

Sin embargo, como se ha informado ampliamente, no hay nada mágico en la composición de los cuernos de rinoceronte. Mayormente contienen queratina, la misma sustancia que encontramos en nuestras uñas y cabello, y que se encuentra en las pezuñas de la mayoría de los animales. A pesar de esto, se estima que en el mercado negro el kilo de cuerno de rinoceronte se comercializa en aproximadamente 50 mil dólares. Este valor está impulsando la tasa actual de caza y se calcula que se mata a un rinoceronte por día en Sudáfrica, a pesar del hecho de que todas las especies de rinocerontes están protegidas en su hábitat, y que el comercio internacional de productos de rinoceronte es ilegal. Debido al alto valor del producto y a la aparente facilidad para obtenerlo, los miembros del crimen organizado se han dedicado a la caza furtiva y a la comercialización de rinocerontes usando métodos de caza altamente sofisticados, tales como helicópteros, rifles de alta velocidad y dispositivos satelitales de rastreo.

Entonces ¿qué está pasando? Y porque parece que estamos imposibilitados para proteger a los rinocerontes que todavía quedan en Africa y Asia?

Hacer cumplir las leyes nacionales e internacionales dirigidas a la protección de las especies en peligro no solamente es costoso, sino que es un tema altamente polarizado. Se ha criticado duramente a los conservacionistas por implementar lo que se consideran esfuerzos drásticos en la protección de especies a costa de los medios de vida local, ya que las personas son excluidas frecuentemente de las áreas protegidas. Y, con ambas partes contando con las armas automáticas más modernas, los tiroteos entre cazadores furtivos y los guardias se han vuelto comunes, causando numerosas víctimas en ambos bandos. La protección de la fauna silvestre se ha convertido en una carrera altamente peligrosa.

A no ser que el comercio se controle, los rinocerontes no estarán protegidos en su hábitat natural. La prioridad inmediata debería ser desbaratar los carteles que pueden burlar las leyes y restricciones internacionales y comerciar especies en peligro de extinción. Si esto significa que se tengan que usar algunos métodos no convencionales, como recurrir a la experiencia de la Interpol y de otras agencias internacionales de cumplimiento de la ley, que así sea. Las técnicas modernas son tan avanzadas que se pueden tomar las “huellas” de los cuernos del rinoceronte para determinar su punto de origen. Sin embargo, ¿existe realmente la voluntad política para controlar el comercio tan lucrativo de fauna silvestre? Si la hubiera, tal vez las poblaciones de rinocerontes del mundo no estarían enfrentando su erradicación.

En Vietnam, el informe de WWF concluye que la pérdida del rinoceronte de Java en Cat Tien fue una “gran fracaso de conservación”. Esto, a pesar del hecho de que Cat Tien fue uno de los parques nacionales mejor financiados y con sistemas de áreas protegidas en el Bajo Mekong. Se hizo una inversión considerable en la infraestructura del parque para ecoturismo, visto como una fuente de ingresos para el financiamiento de largo plazo del Parque Nacional, en vez de invertir en el monitoreo directo y protección del rinoceronte de Java. Aunque hay muy pocos visitantes en el parque, estos pueden reunirse en una sala de conferencias impresionante, donde pueden comer en una cafetería para 200 clientes que no estaría fuera de lugar en Hanoi o Ho Chi Minh, y también pueden despedirse de la noche cantando en un club karaoke con tecnología de punta.

Lo único que ya no podrán hacer es ver rinocerontes.

Terry Sunderland, Científico Senior en CIFOR, está interesado en temas relacionados con la conservación y los medios de vida. Es colaborador y co-editor de la publicación:“Conservación basada en evidencias; lecciones del Bajo Mekong” (Earthscan) (documento en inglés).

Fuente: http://www.ecoticias.com/naturaleza/57787/Asesinados-por-queratina-La-extincion-innecesaria-de-los-rinocerontes-


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