Un bombero ha muerto, mientras desempeñaba su oficio, cuando iba a salvar a un gato. Este acontecimiento ha provocado una ola de compasión en Corea del Sur, donde muchos reclaman que se entierre con honores al funcionario.
Kim Jong-Hyeon, de 29 años, falleció al intentar salvar a un minino encaramado en lo alto de un edificio, en Sokcho, al noreste del país.
Según la ley, los bomberos que mueren combatiendo las llamas o socorriendo a personas pueden ser enterrados en el cementerio nacional. El caso de Kim Jong-Hyeon se sitúa en una zona gris de incertidumbre ya que ha muerto salvando a un animal.
Pero los internautas surcoreanos reclaman un entierro con honores para este hombre. Argumentan que murió en el ejercicio de sus funciones y que respondió a la llamada de un ciudadano.
Una asociación de protección de animales ha recaudado un millón y medio de wons (1.050 euros) para entregárselos a su viuda, embarazada, para expresar los "agradecimientos por parte de los animales, que no pueden hablar".
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/04/internacional/1312451183.html
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