viernes, 18 de julio de 2014

Un refugio para animales, sean o no humanos





Primero fue el refugio de animales de Cambados, a través del que Olga Costa nos fue acostumbrando poco a poco en la necesidad de respetar a nuestros amigos peludos. Lo consiguió, tanto, que al menos en Cambados, «el número de abandonos descendió un 70 %», recuerda orgullosa la presidenta de la Protectora de Animales. Luego fueron las terapias que se empezaron a poner en práctica con las mascotas del refugio que se adaptaban a esas necesidades, y así fue cómo entendimos que eran algo más que animales de compañía y que podían llegar a ser muy beneficiosos con los colectivos que más lo necesitan, los ancianos y los niños con algún tipo de dificultad. Ahora, Olga Costa nos da otras tres lecciones; la primera, que no hay barreras cuando uno cree que en sus objetivos; la segunda, que también los caballos tienen propiedades terapéuticas, y la tercera, que el respeto a los demás, sean o no humanos, tiene que ir intrínseco a la condición de persona. Todo ello lo logró ayer en una presentación muy especial, un nuevo espacio creado cerca del refugio no solo para poner en práctica estas sesiones de convivencia, sino para aprender que la flora y la fauna forman parte de nosotros mismos. «Queremos que esto sea un refugio para las aves, para los animales, y luego estamos los humanos, que también pasamos por aquí». Mejor explicado, imposible.


El reto 

Todo esto nació de un reto, el que se puso la protectora cuando hace unos meses se enteraron de que dos caballos que sus dueños no podían cuidar, iban a ser sacrificados. «Nos planteamos acogerlos, pero no era fácil, porque nunca habíamos tenido caballos y tampoco teníamos espacio para ellos en el refugio, donde ya no cabe ni un gato más». Pero fiel a su principio de evitar un sacrificio siempre que sea posible, se decidieron a adoptarlos cuando consiguieron un lugar apropiado. «Muchos vecinos nos ofrecieron fincas, por eso le estamos muy agradecidos al pueblo de Cambados, pero la que nos dejó la familia Gil Armada se ajustaba a lo que necesitábamos». Y fue así cómo, en un paraje envidiable entre viñedos, y con la ayuda inestimable de Daimer, se construyó una cuadra y un ruedo, todo con materiales naturales. Daimer fue el que se encargó de mimar y alimentar a los caballos, que habían llegado en unas condiciones deplorables. Hoy, el equino Pose y la yegua Jara están irreconocibles. «Lo peor es que Daimer, que es de Venezuela, si no encuentra pronto trabajo se va a tener que ir, y sería una pérdida muy grande».

La terapia 

Recuperados los animales, que viven sueltos y felices en un espacio único, el siguiente objetivo fue prepararlos para las terapias, una actividad que la protectora lleva a cabo con varios perros que se ajustan a ese perfil, entre ellos, uno de raza peligrosa que era propiedad de la pareja conocida como Bonnie and Clyde que puso en jaque a las fuerzas del orden el año pasado, hasta que fueron detenidos. «Para que se vea que no hay animales de razas peligrosas, hay animales que están educados o no». El objetivo está en marcha, y por eso ayer la protectora presentó en sociedad lo que se podría llamar su nuevo refugio, que esta vez lo es también para las personas. «Es una sensación muy especial; esta es una zona protegida para las aves, por eso de lo que se trata es de respetar la flora y la fauna, y de paso, respetarnos nosotros mismos».

Abierto al público 

Ayer por la mañana se acercó al lugar un grupo de niños con síndrome autista, para pasar un rato jugando y acariciando a los perros y a los caballos. Pero no serán los únicos, porque a partir de ahora, la protectora recibirá a grupos, ya sea de campamentos o asociaciones, ya sean particulares interesados en este original proyecto, que pueden concertar cita para colaborar en las tareas de cuidado de los caballos, para montarlos, para pasear con los perros, para disfrutar de la naturaleza y, en fin, para compartir, un verbo que debería ser tendencia. «Aquí conviven pájaros, caballos, jabalíes y hasta raposos, que ya vimos alguno». Ya concertaron cita desde el campamento de O Grove que tiene 120 niños, y habrá más grupos. También habrá talleres de biodiversidad que correrán a cargo de Santiago de Laiglesia, profesor universitario que se estrenará con 34 niños de Meaño, y en agosto se espera la llegada de un domador que trabajará con Jara, con Pose y con todos los amigos que quieran acercarse por el refugio. No se cobrará por estas actividades, aunque los que lo deseen pueden hacer un donativo, ya que los gastos del refugio son muchos «y no queremos cargar más sobre el Concello».

Agradecimientos 

Olga Costa no cree que la consecución de este reto sea solo mérito de la protectora, cree que lo es de todo Cambados. Por eso a la presentación que tuvo lugar ayer invitó a todos los partidos de la corporación -estuvo el teniente alcalde, Antonio Iglesias, el portavoz del BNG, Víctor Caamaño y concejalas del PSOE-, a los que dio las gracias por su apoyo, un logro que la entidad quiso compartir con todos los vecinos del municipio.

Fuente:  http://www.lavozdegalicia.es/noticia/arousa/2014/07/18/refugio-animales-sean-humanos/0003_201407A18C12992.htm

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