domingo, 4 de marzo de 2012

No son cuatro gatos


03/03/2012 00:00 / / OVIEDO

En Roma están protegidos, son un símbolo de la ciudad y conviven con total naturalidad con los vecinos. En El Cairo son símbolo de dioses y su trato es exquisito. Oviedo no está en Italia ni en Egipto, pero ayer se presentaron 7.000 firmas en el registro del Ayuntamiento de Oviedo, para que el gobierno local dé marcha atrás con el decreto que aspira a erradicar la presencia de los gatos de las calles y prohibe alimentar a los animales errantes.

La Plataforma Pro-Animales Oviedo logró reunir en tres semanas esos 7.000 apoyos en papel, ante una polémica que se inició con las protestas de la directora del colegio Veneranda Manzano, que afirma que los gatos pueden suponer problemas de salubridad para los niños porque hacen sus necesidades en el patio del colegio.

En respuesta a esas afirmaciones, Pro-Animales afirma que la solución está en arreglar el cerramiento del centro, "que tiene huecos por los que entra hasta un Pastor Alemán".

El tomo de firmas entregado ayer, supone un respaldo muy importante a la oposición del decreto, puesto que indica que los animalistas no están solos en su empeño y que hay numerosos vecinos que creen que la norma no va por buen camino.

Tampoco lo creen así los ediles de IU-Los Verdes, que estarán en la manifestación del domingo a las 12 horas desde Renfe, contra la "ordenanza jíbara" del consistorio.

La posición de las plataformas se basa en no anteponer los gatos a la salud, sino de compatibilizar. "Existen muchas ciudades europeas en las que se ejerce el control sobre las colonias, con vacunaciones y esterilizaciones. Nuestra experiencia es que, donde hubo una colonia, llega otra, por lo que lo mejor no es erradicarlos, sino mantenerlos sanos. Eso también evita las infecciones que lleguen por otras vías al desaparecer los gatos, que cazan por diversión", indica Silvia Barquero, portavoz del Partido Animalista.

Cuenta la leyenda que Napoleón, movido por su fobia hacia los felinos, ordenó eliminarlos de Francia. Al poco, la peste se apoderó del país por la plaga de ratas y hubo que importarlos. Las plataformas recuerdan los problemas con las aves o roedores que últimamente trascienden en ciertas zonas. Quizá los gatos sean el mal menor y sirvan para controlarlas, argumentan.

La supervisión, afirman, podría ser la solución para que, aunque no sean felinus romanus, sigan existiendo como gatucos ovetensis. D

http://www.lavozdeasturias.es/asturias/oviedo/gatos_0_656934458.html

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