El local estaba decorado con animales disecados de procedencia ilícita
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha requisado de un restaurante de Barcelona 17 piezas en exhibición que decoraban el local. ¿La razón? Eran partes de animales salvajes (una cornamenta, una cabeza disecada, unos colmillos, una piel completa...) que en la mayoría de los casos fueron cazadas en África e importadas de forma ilegal, pues los dueños del establecimiento no tenían ningún tipo de documentación que certificara su origen legal.
Los agentes entraron en el local a raíz de una denuncia presentada por un grupo ecologista. Allí, la Guardia Civil se incautó de cornamentas de impala y gran kudú, de colmillos de jabalí verrugoso y de otras piezas obtenidas en cacerías.
Los responsables del restaurante tenían, no obstante, la documentación de tres de las piezas más espectaculares expuestas en el local. Eran dos cráneos de oso, uno de la especie polar y otro de un gran grizzly, y la piel completa de un un grizzly que, con garras y cabeza completas, estaba teatralmente colocada en el lavabo de señoras, en una especie de actitud desafiante. Esos animales habían sido cazados de forma legal en Canadá, pero ello no permitía su exhibición comercial, así que los agentes del Seprona también se llevaron esas piezas.
Fuente: EUROPA PRESS vía ELPERIODICO.COM
http://www.liberaong.org/nota_actualidad.php?id=2877
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