PAUL WATSON
El canadiense Paul Watson caza cazadores, de la misma manera que estos cazan o depredan el mar. Es un ecologista que cree en la acción directa aunque tenga que voltear, hundir, averiar o embestir barcos balleneros, en ir y cortar redes de arrastre que barren el fondo llevando todo lo que se cruza, lo que iban a pescar y otras especies.
Su accionar se remite a principio de los 70 cuando se unió al comité “No Hagan Olas” un grupo que luego pasaría a llamarse “Greenpeace”.
En 1975 Paul Watson, con el grupo Greenpeace se puso entre una ballena y un arponero ruso que le iba a disparar, como un disparador de conciencia y de lo que sería su accionar directo. Les tiraron pinturas a focas bebé para que las pieles no sirvieran a los cazadores y las dejaran crecer y no las maten con la crueldad que han sido mostradas al mundo. En 1977, se separa de Greenpeace por desacuerdos. Paul Watson esta convencido de su causa y en arriesgar su vida para proteger ballenas y el medio ambiente, pero este pacifista que usa métodos a veces poco ortodoxos, sostiene “que no mataría nunca a un cazador. No se protege una vida quitando otra”.
Es considerado por algunos como un terrorista. El se justifica diciendo “ataco la propiedad, la propiedad que se usa para la pesca ilegal, para la caza de ballenas. Solamente enfrento actividades ilegales, pero muchas de esas actividades dan dinero, así que mis actos se consideran violentos porque en nuestra cultura la propiedad tiene más valor que la vida. Yo creo que está bien destruir la propiedad para salvar vidas. Esta es una creencia que comparto con Martin Luther King que dijo que no es posible cometer actos de violencia contra algo que no está vivo”.
Su mensaje es claro: "No podemos depender de los gobiernos, ni de las instituciones, ni de las grandes organizaciones. Ellos son la burocracia. Lo imposible puede ser posible a través de la pasión de los individuos".
Cuando le preguntaron, ¿Por qué necesitamos animales marinos, por qué tenemos que cuidar a las ballenas? Dijo: “Yo no quiero vivir en un mundo sin ballenas. Si no podemos salvar a un animal tan inteligente y tan hermoso como una ballena, ¿cómo podríamos salvar a los peces, los océanos? La ballena es el ícono del océano, y sin los océanos nosotros no podremos sobrevivir”.
- ¿Qué necesita el movimiento ambientalista?.
- Organizaciones pequeñas, pero miles. No grandes organizaciones internacionales como Greenpeace.
- ¿Por qué?
- Hoy, Greenpeace es una corporación internacional de 300 millones de dólares al año. No hacen mucho: van al océano y se sacan fotos, venden un producto que, si lo comprás, te hace sentir bien.
- ¿Cree que Greenpeace alguna vez fue útil y ya no lo es?
- Creo que venden la imagen de lo que fueron y ya no son. Se sacan fotos con barcos pequeños al lado de grandes buques, algo que ya no hacemos porque no es efectivo. No hacen nada salvo eso, hablar con los gobiernos y promover la fabricación de heladeras alternativas. Hoy, la preocupación de Greenpeace es hacer dinero. Creamos Greenpeace como un organismo de acción directa, para golpear en la cara. No para promover heladeras.
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