CHECHU LÓPEZ > A POBRA Un grupo de activistas por los derechos de los animales que se encuentra en fase de constitución para los municipios de Riveira, A Pobra y Boiro tuvo conocimiento el pasado lunes de que una perra se encontraba en un avanzado estado de desnutrición en el lugar de San Paio, en la parroquia pobrense de Posmarcos. Una vez se desplazaron hasta allí varios de los impulsores de este colectivo comprobaron que el animal presentaba un aspecto “lamentable” y una “extrema delgadez”. Sospechan que podría llevar abandonada aproximadamente un año, momento en que falleció su propietaria, a lo que se añadió que su hijo fue hospitalizado varios meses, y que tras recibir el alta se fue a vivir con unos familiares. Agregaron que estas últimas situaciones fueron las que provocaron que el cánido quedara encerrado, junto con un gato -su estado era bastante más saludable-, y abandonado a su suerte dentro de la finca y sin posibilidad de escape.
Estos animalistas se alarmaron por esta situación y pusieron los hechos en conocimiento de la Fiscalía y el Juzgado de Riveira, quienes ante la gravedad del caso autorizaron rápidamente y en colaboración con la Guardia Civil, el rescate de la famélica perra, que apenas podía ingerir alimentos. Debido a su estrado tan crítico, en estos momentos se encuentra ingresada en una cínica con pronóstico muy grave a causa de una insuficiencia renal avanzada, con un elevado nivel de creatinina, provocada por la mencionada desnutrición y deshidratación extremas. Además, su situación se ve complicada por muchos problemas secundarios.
La perra quedó bajó la custodia legal del Refugio de Cambados, que accedió a hacerse cargo del mismo, en tanto que la Protectora Moura colabora haciéndose cargo de los primeros gastos de urgencia que puedan derivarse de las atenciones veterinarias mientras se intenta estabilizar al animal. De todos modos, la gravedad de su estado no hace albergar muchas esperanzas de que sobreviva, por lo que desde el colectivo de activistas por los derechos de los animales de esta zona de O Barbanza quieren que el tiempo que le pueda quedar de vida sean “lo más felices posibles, indicó el portavoz de este grupo, José Carlos Vidal.
En opinión de estos animalistas, “resulta lamentable que estas situaciones se produzcan en un entorno de un país desarrollado, en el que la comunidad, conocedora del problema, ignore los sufrimientos y padecimientos de seres que sienten simplemente por el mero hecho de pertenecer a una especia diferente a la humana”. Añaden que no se puede entender que esa perra estuviera muriéndose de hambre ante la indiferencia de todos los vecinos del lugar “que conocían su situación y la veían diariamente justo a la entrada del núcleo pobrense de San Paio.
Estos activistas barbanzanos señalan que una sociedad como la nuestra debe enfrentarse necesariamente a una evolución ética que reconozca derechos para todos los animales, sean humano o no, “dejando a un lado los perjuicios especistas que nos hacen menospreciar la vida y el padecimiento de otros individuos”, subrayó la animalista Mónica Pérez. Esta persona concluyó que los demás animales no son objetos, pues sostiene que también sienten y, por ello, considera que merecen todo nuestro respeto y solidaridad.
Fuente: http://www.diariodearousa.com/hoy/barbanza/barbanza001.html
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