A ese respecto, nuestro país da vergüenza. ¿Quién ha convencido a tantos miles de españoles de que son superiores a cualquier otra criatura y de que, para colmo, esa superioridad les autoriza moralmente a abusar de ella, torturarla, matarla y disfrutar con su sufrimiento y su agonía, jaleados por bestias humanas de los dos sexos? ¿Quién les ha dicho que ver padecer y morir a un ser vivo es algo divertido y digno de ser respetado porque lo avala la tristemente célebre “tradición”?
Da vergüenza ver a los políticos lavarse las manos, y a la ministra de Cultura –¡Cultura!– encogerse de hombros ante semejante barbarie. Da vergüenza ver cómo el número de asistentes a ese tipo de “espectáculos” sigue aumentando cuanto más los repudiamos otros muchos. Y da vergüenza, mucha vergüenza, oír al tío que mató antes de ayer en Tordesillas al pobre Afligido presumir de que él es “como Dios”. ¿Dios…? Si yo fuera creyente, demandaría a ese diablo testosterónico…
Ángeles Caso
Fuente: http://blogs.publico.es/desdelejos/238/verguenza-2/
No hay comentarios:
Publicar un comentario