Padecen largas
jornadas de trabajo, exigencias y presión, cambios en sus horas de sueño
y comidas y son obligados a permanecer en posturas inadecuada. Cuando
se trata de montajes, también se exhibe la crueldad como ejemplo.
Las producciones de la TV, el cine y la publicidad creen saber que la simpatía que provocan los animales produce el conocido rating o lo que en castellano se conoce como posicionamiento.
Es común escuchar opiniones tales como "Los animales roban cámara a los actores o animadores" o "No hay producciones y programas de TV con animales que no produzcan rating". Sin embargo no son pocos los espectadores que se comunican para reprobar el valerse de los animales a cualquier costo.
En lo concerniente a la porción de público que apoya este aprovechamiento, se ha investigado que en la mayoría de los casos lo aprueba porque ve apenas una parte del daño general ocurrido.
Tómese por ejemplo en las películas uno de los casos típicos, las aventuras de un animal del tipo “heroico”, donde se trabaja con varios animales idénticos para realizar, en distintas secuencias, aventuras imposibles que provocan caídas, heridas y diversos daños. Cuando el animal se imposibilita, ingresa el otro.
Uno de los mejores ejemplos sería el de la película "Adorable criatura", donde el animal fue sometido a crueldades como parte de la trama por uno o más de los personajes. Mas allá de que, mediante el montaje en laboratorio, lleguen a evitarse algunas caídas y golpes, lo que recibe el público es el hecho en relación con la trama y se estaría instigando al delito. En esta producción, hubo algo que la hizo más nefasta aún y es que todo este supuesto o real maltrato animal estaba relacionado con un niño.
En la televisión
El más vívido ejemplo de este tipo de abuso hacia los animales lo constituyen los conocidos “bloopers” que muestran escenas supuestamente divertidas donde un animal, por ejemplo un caballo, se lleva por delante un árbol o una pared por ser mal conducido por un jinete impropio.
Otra de estas linduras, frecuentemente utilizada, es aquella donde un equino de raza muy pequeña es montado por una persona terriblemente obesa, o aquella en la cual se hace detonar un elemento explosivo cerca de un caballo, para que huya despavorido haciendo caer a su jinete. Es extraño que estas barbaridades hagan divertir a algunas personas. ¿Seguiremos convalidando este maltrato animal?
Utilización abusiva
También en la publicidad la utilización de animales es por lo general abusiva. No se requiere ser un conocedor para captar la expresión de tristeza y el desconcierto de un animal vistiendo ropas o calzado humano, usando anteojos o antiparras para parecerse a una persona.
Con frecuencia los productores pretenden saltar por encima de la escasa legislación vigente y las entidades proteccionistas se ven obligadas a trabajar intensamente para cambiar estas “inteligentes ideas de producción”.
Si bien hoy en día vemos algunas modificaciones realizadas por computadoras en la figura del animal que tienden a reemplazarlo en vivo, éstas no pueden reemplazar el empecinamiento de algunos animadores de incluir en vivo al animalito en su programa.
Nos da pena ver a un animalito muy cachorro pasar de brazo en brazo durante un programa o tenerlo dormido en los brazos mientras el humano habla. En esos momentos, el animal que necesita dormir está realmente incómodo.
Señores esto no es “la magia de la TV”, esto muestra que por un punto mas de rating tienen en brazos a un cachorro que lo que más necesita es dormir.
Gente que nos escribe con críticas por esta situación, nos dice que desde que esto ocurre han dejado de ver tal o cual canal donde lo muestran.
Deberíamos considerar que los animales no son actores por gusto. Lo que se logra de ellos es a costa de jornadas de largo trabajo, exigencias y presión o, como mínimo, tener que afrontar cambios en sus horas de sueño, comidas y permanecer en posturas inadecuadas en lugares no convenientes esperando el momento de mostrarlos en cámara.
Esperemos que oigan las recomendaciones de la gente que trabaja por los derechos de los animales absolutamente sin fines de lucro y que reclaman por todo lo dicho sin otro interés mas que la defensa de nuestros hermanos de Reino.
Dejen a los animalitos en paz. Un punto más de rating no vale la incomodidad de ellos y además no es un buen ejemplo, sino que muestra la ambición desmedida por el posicionamiento. Gracias por comprender.
* Martha Gutiérrez, periodista y presidenta de la Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal ADDA.
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