C. GARCÍA - PONTEVEDRA
Los montes del entorno de Pontevedra, como Castiñeiras, Castrove o
Xiabre, han sido estos días el escenario de múltiples avistamientos de
caballos portando las conocidas como "trancas" o "pexas", artefactos que
se instalan en las patas de los animales para limitar así sus
movimientos.
Los últimos los denunció la asociación animalista Libera tras fotografiar a otros tres equinos con "trancas" en las inmediaciones del lago Castiñeiras, paradójicamente, a escasos metros del centro de recuperación de fauna salvaje. Con estas son ya 60, según explica este colectivo, las denuncias que han trasladado a la Fiscalía Provincial de Pontevedra. Estas informaciones que se están trasladando al Ministerio Público no están cayendo en saco roto. Primero fue el fiscal pontevedrés Benito Montero quien inició las gestiones para perseguir por la vía penal este tipo de comportamientos y posteriormente tomó su relevo la fiscal especializada en Medio Ambiente, con sede en Vigo, Natividad Gurriarán, que centraliza todos los casos. En la memoria de 2011, la Fiscalía explica que el año pasado por vez primera han abierto diligencias de investigación previas por un supuesto delito de maltrato animal a consecuencia de la colocación de estas "trancas", cepos, cadenas o cualquier tipo de artilugio colocados en los caballos que viven en libertad en los montes. Unas diligencias que ya han dado lugar a las primeras cinco denuncias ante los juzgados. Dos en los de Vilagarcía, otras dos en los de Caldas de Reis y una más en los de Pontevedra. Los tres juzgados ya tramitan la denuncia y uno de ellos, el de Vilagarcía, incluso ya ha abierto diligencias previas, a la espera de que Caldas y Pontevedra sigan el mismo camino.
En Vigo también se han abierto diligencias de investigación por parte de la Fiscalía que todavía continúan en trámite. "Hasta la fecha no consta condena alguna por hechos similares", señala la fiscal delegada, aunque ya adelanta que es de suponer que puedan surgir complicaciones para aplicar el tipo penal que se pretende, del artículo 337 del Código Penal por maltrato animal que incluye penas que van desde los tres meses al año de prisión.
Benito Montero, otro de los fiscales pionero en investigar este tipo de comportamientos "injustificables", señaló que los propietarios de los animales incluso podría incurrir en un delito contra la seguridad vial si el animal provocaba un accidente.
Castrove, Xiabre y O Morrazo, entre los montes más afectados
Los avistamientos de caballos con este tipo de "trancas" o cepos se dan en muchos montes de la provincia, pero existe una gran cantidad de casos en montes como O Castrove (en los municipios de Poio, Meis y Pontevedra), en el entorno de Castiñeiras y Figueirido, así como en el resto de la sierra de O Morrazo. Otro punto en el que se suelen ver caballos con "pexas" en el monte Xiabre, entre los concellos de Vilagarcía, Caldas y Catoira.
Estos artefactos suelen utilizarse para limitar los movimientos del animal y sea más sencilla su localización, evitando grandes desplazamientos. No obstante, provocan que también se encuentren indefensos ante el ataque de alimañas o en caso de incendio forestal. También dificultan sus movimientos cuando invaden las carreteras y se convierten en un peligro para la circulación. Además, sufren graves lesiones en sus extremidades, según diversos informes veterinarios.
http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2012/07/23/tres-juzgados-provincia-investigan-pexas-caballos-delito/667667.html
Los últimos los denunció la asociación animalista Libera tras fotografiar a otros tres equinos con "trancas" en las inmediaciones del lago Castiñeiras, paradójicamente, a escasos metros del centro de recuperación de fauna salvaje. Con estas son ya 60, según explica este colectivo, las denuncias que han trasladado a la Fiscalía Provincial de Pontevedra. Estas informaciones que se están trasladando al Ministerio Público no están cayendo en saco roto. Primero fue el fiscal pontevedrés Benito Montero quien inició las gestiones para perseguir por la vía penal este tipo de comportamientos y posteriormente tomó su relevo la fiscal especializada en Medio Ambiente, con sede en Vigo, Natividad Gurriarán, que centraliza todos los casos. En la memoria de 2011, la Fiscalía explica que el año pasado por vez primera han abierto diligencias de investigación previas por un supuesto delito de maltrato animal a consecuencia de la colocación de estas "trancas", cepos, cadenas o cualquier tipo de artilugio colocados en los caballos que viven en libertad en los montes. Unas diligencias que ya han dado lugar a las primeras cinco denuncias ante los juzgados. Dos en los de Vilagarcía, otras dos en los de Caldas de Reis y una más en los de Pontevedra. Los tres juzgados ya tramitan la denuncia y uno de ellos, el de Vilagarcía, incluso ya ha abierto diligencias previas, a la espera de que Caldas y Pontevedra sigan el mismo camino.
En Vigo también se han abierto diligencias de investigación por parte de la Fiscalía que todavía continúan en trámite. "Hasta la fecha no consta condena alguna por hechos similares", señala la fiscal delegada, aunque ya adelanta que es de suponer que puedan surgir complicaciones para aplicar el tipo penal que se pretende, del artículo 337 del Código Penal por maltrato animal que incluye penas que van desde los tres meses al año de prisión.
Benito Montero, otro de los fiscales pionero en investigar este tipo de comportamientos "injustificables", señaló que los propietarios de los animales incluso podría incurrir en un delito contra la seguridad vial si el animal provocaba un accidente.
Castrove, Xiabre y O Morrazo, entre los montes más afectados
Los avistamientos de caballos con este tipo de "trancas" o cepos se dan en muchos montes de la provincia, pero existe una gran cantidad de casos en montes como O Castrove (en los municipios de Poio, Meis y Pontevedra), en el entorno de Castiñeiras y Figueirido, así como en el resto de la sierra de O Morrazo. Otro punto en el que se suelen ver caballos con "pexas" en el monte Xiabre, entre los concellos de Vilagarcía, Caldas y Catoira.
Estos artefactos suelen utilizarse para limitar los movimientos del animal y sea más sencilla su localización, evitando grandes desplazamientos. No obstante, provocan que también se encuentren indefensos ante el ataque de alimañas o en caso de incendio forestal. También dificultan sus movimientos cuando invaden las carreteras y se convierten en un peligro para la circulación. Además, sufren graves lesiones en sus extremidades, según diversos informes veterinarios.
http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2012/07/23/tres-juzgados-provincia-investigan-pexas-caballos-delito/667667.html
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