Adopción,
apadrinamiento e incluso acogida de 'abuelos' son tres posibilidades que
ofrecen asociaciones como Apadan o Gatocán para intentar buscar un
nuevo hogar a las decenas de perros y gatos que viven en sus
instalaciones. Un objetivo que, hoy por hoy, se hace más urgente que
nunca, puesto que la crisis ha agravado la situación de las protectoras
de animales coruñesas, que se encuentran desbordadas, sin una sola plaza
libre y con largas listas de animales a la espera de poder entrar
LUCÍA GONZÁLEZ| A CORUÑA
Perros o gatos que deambulan por las calles en busca de alguien que les
dé un poco de cariño es una estampa cada vez más habitual y que, por
desgracia, también pasa más desapercibida. El abandono de mascotas ha
dejado de ser solo una "moda" de verano, subrayan desde entidades
coruñesas como la Asociación Protectora de Animales Domésticos
Abandonados del Noroeste (Apadan) o Gatocán, que alertan, además, de que
la crisis económica ha reducido el número de familias interesadas en
adoptar. Una situación que hace que las instalaciones de estas
organizaciones se encuentren al límite de su capacidad y tengan serias
dificultades para acoger a nuevos animales.
"La crisis ha
provocado que las adopciones caigan drásticamente", señala la presidenta
de Gatocán, Beatriz Martín, quien asegura que los gatos suelen tener
más opciones a hora de encontrar un nuevo hogar, "por la comodidad que
ofrecen, al ser animales más independientes". Al contrario que Gatocán,
Apadan solo recoge perros pero, aún así, estos llegan a ocupar "el 100%
del refugio", subraya la presidenta de esta asociación, María Díaz de
Piñeiro.
Las presidentas de Gatocán y Apadan coinciden en que el
abandono de animales ha dejado de ser una "moda" de verano, para
convertirse en una constante durante todo el año. Beatriz Martín
destaca, especialmente, la existencia de una "nueva" y "preocupante"
tendencia de abandono "masivo" de perros, que se produce una vez
concluida la temporada de caza y que, lamenta, "se repite año tras año".
"Los canes abandonados por cazadores suponen alrededor del 70% de los
animales que recibimos", destaca.
Otro tipo de abandono
"bastante habitual", apunta la presidenta de Gatocán, es el que llevan a
cabo personas que han adoptado animales pero que, debido a la crisis,
han visto reducidos sus recursos económicos y no pueden mantenerlos. "En
estos casos, suelen traerlos de nuevo a la protectora porque no saben
qué hacer con ellos", señala la presidenta de Gatocán.
El
espacio con el que cuentan las protectoras de animales coruñesas -230
plazas, en el caso de Gatocán y 115, en el de Apadan- no cubre las
necesidades actuales, por lo que, aseguran sus responsables, siempre
están "al límite". Las políticas de no saturación impiden a estas
asociaciones aceptar en sus refugios a todas las mascotas cuyo abandono
les es notificado, de manera que puedan garantizar que los animales
vivan en sus instalaciones en las mejores condiciones posibles. En
Apadan, incluso se han visto obligados a crear un registro de
"rebotados", en el que se incluye a todos aquellos perros que, pese a
carecer de un hogar, no pueden ser recogidos por falta de espacio. Se
trata, en su mayoría, de cachorros que, tanto en camadas como en
solitario, son encontrados en la calle.
Junto con la bajada en
el número de adopciones, la crisis afecta, sobre todo, al financiamiento
de las protectoras que, sin colaboradores que aporten su granito de
arena, serían incapaces de subsistir y dar a los animales "la calidad
que vida que se merecen". "Por desgracia, son muchos los socios se han
dado de baja en los últimos meses", lamenta la presidenta de Apadan.
Más
allá de la coyuntura económica, que influye tanto en los recursos con
los que cuentan las protectoras como en el volumen de adopciones, está
la ausencia de compromiso. "La falta de valores y la irresponsabilidad
de las personas son las causas principales del abandono de mascotas",
opina Díaz de Piñeiro. Martín, por su parte, remarca: "Hay que
concienciarse antes de adoptar; un animal no es un peluche para
regalar".
Parejas jóvenes o matrimonios con hijos son los
perfiles más habituales del adoptante de un animal abandonado, apuntan
desde las protectoras coruñesas, que suelen ofrecer tres alternativas de
colaboración: adopción, acogida o apadrinamiento.
La adopción
es la mejor opción para el animal, ya que le proporciona un hogar
definitivo. "Supone adquirir un compromiso de por vida", subraya la
presidenta de Apadan, María Díaz de Piñeiro, quien recuerda el "carácter
permanente" del contrato que se firma en estos casos. "Muchas personas
se sienten intimidadas por este motivo, ya que no se ven preparadas para
asumir semejante responsabilidad", comenta.
La acogida
permanente, que ofrece Apadan, es bastante similar a la adopción. En
virtud de este programa, los perros seguirán perteneciendo a la
protectora, que se encargará de suministrar a las familias la medicación
o la alimentación específica que precise cada animal (en caso de que
tenga que seguir alguna dieta), además de llevar a cabo un seguimiento.
Pero
como no todo el mundo puede llevarse una mascota a casa, algunas
protectoras también permiten la opción de apadrinar a alguno de sus
perros. De este modo, el animal sigue en el refugio, pero sus padrinos
costean parte de sus gastos y pueden acudir a visitarlo cuando quieran.
http://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2012/07/16/familia/627858.html