El Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza investiga al antiguo
director de la perrera por violar presuntamente la Ley de Protección
Animal.
El Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza está investigando al
antiguo director del centro de protección animal de Zaragoza, Miguel
Izuel, por un presunto delito contra la Ley de Protección Animal de
Aragón del 2003.
Este proceso se inició con la denuncia que las protectoras de animales
Zarapeludos y Galgo Leku presentaron contra el veterinario responsable
del centro Servicios de Vanguardia Veterinaria S. L. 'Las Jaras', Miguel
Izuel. La citada empresa poseía, entre mayo de 2004 y octubre de 2011,
la contrata del centro de protección animal del Ayuntamiento de Zaragoza
gestionado por el Instituto Municipal de Salud Pública.
El 24 de enero de 2012, fecha del registro de entrada de la demanda, las
asociaciones presentaron los testimonios de cuatro personas que
estuvieron trabajando en el centro.
En esos testimonios, ratificados ahora por el Seprona de la Guardia
Civil tras tomar declaración, los trabajadores relataban presuntos
maltratos contra los perros y gatos que llegaban hasta el centro situado
en el paseo del Canal, junto a la Cartuja Baja. Entre las supuestas
infracciones cometidas destacan el sacrificio de animales sin sedación
previa o la introducción de estos en frigoríficos cuando todavía estaban
vivos.
Testimonios
Uno de los testigos relataba que “si los perros tenían seis años o más
eran directamente sacrificados, al igual que los gatos de dos años”.
Además, este trabajador apuntaba que el procedimiento para el sacrificio
de estos animales era “irregular”. “Lo que yo vi desde el 15 de mayo de
2008 hasta el 18 de abril de 2011 fue que el veterinario responsable
del centro administraba una sola dosis de un producto para sacrificar a
los perros sin sedación previa”, indica el testimonio. En este proceso,
el antiguo trabajador del centro recalca en su declaración que “el
veterinario del centro decía que lo podría hacer de otra forma (con
sedación previa para evitar sufrimiento) pero que así salía más barato y
que, al fin y al cabo, eran perros”. Este proceso, según establece la
testificación, se producía “directamente si entraba alguna camada de
cachorros de más de cinco o seis animales, cada vez que llegaba un
puente largo como Semana Santa para dejar sitio o con los animales que
ensuciaban mucho o rompían la jaula”, relata.
Este mismo trabajador también relató cómo el director del centro
presuntamente habría dejado cachorros vivos en un congelador: “Una
mañana estaba con un compañero poniendo en bolsas los cadáveres y cuando
fuimos a sacar del congelador algunos cuerpos saqué una bolsa que se
movía”, cuenta. “Cuando la abrimos nos encontramos una camada de seis
cachorros de una perra que había parido en la nave la noche antes. Tengo
que decir que esta práctica se la descubrí varias veces”, atestigua.
Una práctica similar señalaba otra de las trabajadoras del centro, que
estuvo en él durante el 2006, y que indica en su testimonio que se
encontró animales vivos en contenedores. “Cuando fui a tirar la basura a
la parte de atrás había gatos pequeños vivos”.
El Seprona ya se dirigió al Ayuntamiento
La denuncia, presentada ante Fiscalía y admitida a trámite por el
Juzgado de Instrucción número 12 de la capital aragonesa, también recoge
un escrito que el Seprona de la Guardia Civil dirigió al Ayuntamiento
de Zaragoza en 2007. “En fecha 19 de noviembre de 2007, una patrulla de
Seprona llevó al centro unos cachorros y al ir al día siguiente, para
intentar adoptar algunos de ellos, se encontraron con la desagradable
noticia de que habían sido sacrificados”, recoge la demanda.
Esta situación volvió a repetirse el 18 de mayo de 2008, momento en el
cual el Seprona remitió un escrito (número de expediente 626399/2008) a
los Servicios Jurídicos del Ayuntamiento de Zaragoza.
En estos momentos el Juzgado continúa con la fase de instrucción después
de que Zarapeludos fuese la única protectora que presentara una
querella criminal para continuar con el proceso. “Después de que se
están recabando las pruebas y tras la imputación de la Guardia Civil a
Miguel Izuel como autor de un presunto delito contra la protección de
animales domésticos hay que esperar que el caso se lleve a juicio”,
valoró Pilar Alda, letrada del caso. Además, la abogada recalcó que el
Juzgado ha admitido la denuncia por la vía administrativa, lo que
conllevaría en caso de culpabilidad una sanción pecuniaria, y además,
“lo han admitido por la vía penal y se pedirían responsabilidades
civiles y penales”, indicó Alda.
“Estoy tranquilo”
Miguel Izuel es todavía propietario de la residencia de animales 'Las
Jaras', ubicada en las mismas instalaciones que ejerció la contrata
municipal. Actualmente, como refleja la página web de la instalación, la
empresa presta los servicios de residencia fija o temporal,
adiestramiento, así como, un programa personalizado de adopción.
A pesar de la imputación por parte de la Guardia Civil, Izuel se mostró
“tranquilo”, en declaraciones a HERALDO.es. “El proceso llevará su cauce
y a ver cómo podemos enfocarlo, pero estoy tranquilo”, trasladó. En
este sentido, el exdirector del centro de protección animal defendió que
“el trabajo realizado siempre ha sido correcto” y señaló que en esta
denuncia solo se observan “versiones de una serie de personas que dicen
una cosa”. Además, advirtió que desconoce “la opinión de quienes han
estado aquí trabajando durante un tiempo y demostraremos que eso no es
verdad”. “Unos pueden decir una cosa y otros otra, pero meter animales
vivos en un congelador nunca se ha hecho”, indicó respecto a las
acusaciones vertidas por los antiguos trabajadores del centro.
Sin embargo, Izuel lanzó sus sospechas ante este proceso al entender que
“evidentemente el enfoque que se está dando a esta situación indica que
hay escondido algo detrás”. En este sentido, cabe destacar que el
exdirector del centro decidió interponer un recurso en el Ayuntamiento
de Zaragoza después de que en octubre del 2011 el consistorio diera la
concesión al centro de Peñaflor, después de un concurso.
“Pienso que he hecho mi gestión correctamente y nadie me había dicho
nunca nada. De pronto surge todo esto cuando aparece la nueva
concesionaria en octubre”, reclamó Izuel, quien valoró que “hay un
ataque personal hacia mi persona con un interés”.
Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza rehusó hacer comentarios hasta que no exista una sentencia judicial al respecto.
http://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza_provincia/zaragoza/2012/05/04/sacrificios_sin_sedacion_animales_vivos_congelador_antigua_perrera_186458_301.html
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