jueves, 19 de abril de 2012

WWF deja en manos de los socios prescindir del Rey como presidente de honor

La junta directiva de WWF se ha reunido de forma extraordinaria y urgente para hacer frente a la crisis suscitada por el hecho de que su presidente de honor, Juan Carlos I, se dedique a practicar la caza de grandes animales en África.

Tras una reunión de cinco horas, WWF ha emitido un comunicado que dice: "La Junta Rectora de WWF España, en reunión extraordinaria celebrada el 17 de abril de 2012, ha acordado por unanimidad iniciar el proceso necesario para modificar el artículo 6º de sus estatutos, en relación con las figuras honoríficas de la organización".

En la práctica esto supone que habrá una asamblea de socios en la que estos tendrán que decidir si quieren mantener la presidencia de honor que ocupa el Rey. El artículo 6º citado dice solo y específicamente que "el socio fundador y presidente de honor es Don Juan Carlos I". Fuentes de la ONG aclaran que la legalidad de los estatutos obliga a que este sea el proceso y que la directiva no puede tomar decisiones de este tipo sin convocar asamblea de socios. Esta reunión debe celebrarse antes de junio como límite máximo.

Fuentes cercanas a la deliberación explican que para la organización no se trata de una decisión fácil. Y que lo que tengan que hacer desean llevarlo a cabo con "respeto, sentido común y el buen estilo que les caracteriza". La ONG ha captado el sentir de la opinión pública [sobre lo poco idóneo que es que el Rey la presida], pero quieren tomar medidas por el cauce legal de sus estatutos, de forma contundente, pero con buenas formas.

Una de las vías posibles sería que la asamblea de socios decidiera eliminar la figura de Presidencia de Honor. De este modo, no se removería al Rey del cargo, sino que lo que se eliminaría sería el puesto en sí.

WWF es una de la principales organizaciones ecologistas del mundo y su delegación española cuenta con 35.000 socios. El papel del Rey en la entidad había sido puramente honorífico hasta ahora y no ha participado en actos de WWF, ni siquiera protocolarios, desde hace años. Tiene ese cargo simbólico desde 1968, cuando se fundó la asociación.

Al poco tiempo de conocerse la noticia de que el Rey se había fracturado la cadera durante un accidente en una jornada de caza en Botsuana, las redes sociales empezaron a arder con críticas al Rey. También se inició una campaña en la web Actuable, en la que se solicitaban firmas pidiendo que Juan Carlos I dejara la presidencia de honor de WWF. Más de 80.000 personas han rubricado en pocos días esa campaña, y las redes sociales arden también con el 'trending topic' de la paradoja que supone que un monarca cazador presida simbólicamente una ong conservacionista.

La movilización social había generado una emergencia sin precedentes en la organización ecologista, fundada en 1968 y que cuenta con 35.000 socios. Cientos de personas han llamado protestando y numerosos socios han expresado su deseo de darse de baja si la asociación persistía en mantener al Rey como presidente de honor.

Por ello, en un primer momento, el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, se dirigió por carta a la Casa del Rey para solicitar una reunión con las autoridades reales y hacerles llegar "el malestar y preocupación de la organización ante la demanda de un importante sector de la opinión pública que se opone a la caza de elefantes y que pide que Su Majestad deje la Presidencia de Honor de WWF España".

"Este desafortunado acontecimiento es mundialmente conocido en estos momentos y estamos recibiendo incontables muestras de enérgica protesta", reza la carta de WWF a la Casa del Rey.

Una situación 'espantosa'

Personas ligadas a la ONG definen como "espantosa" la situación en la que se ha visto inmersa la asociación ecologista estos días. Una 'tormenta perfecta' en la que se ha visto envuelta de repente. La organización ha tenido hasta ahora un ejercicio impoluto en la defensa de la naturaleza y es conocida por las campañas científícas y conservacionistas que realiza. Además, la oficina española, en la que trabajan decenas de personas, cuenta con buena imagen y presencia dentro de la red de WWF Internacional, pues muchas campañas de la ong, como las vinculadas al Mediterráneo, pasan por nuestro país.

También ha sido fuerte la presión recibida desde Europa. Tanto desde las delegaciones europeas de las organización y de la propia prensa. Tras conocerse el episodio, medios de comunicación de toda Europa se han dirigido a WWF para pedir declaraciones. La televisión alemana y la holandesa, por ejemplo, preparan reportajes sobre la cuestión. Y es precisamente en Alemania y Holanda donde WWF Internacional tiene fuerte raigambre.

Todo ello ha supuesto una situación sumamente incómoda para la ong, dividida entre el protocolo debido al monarca y la necesidad de solventar una situación paradójica.

En realidad, como explicaba hace días Juan Carlos del Olmo a elmundo.es, la cacería del Rey era perfectamente legal y hasta aceptable en términos de sostenibilidad, ya que la gestión de la fauna en Botsuana es tenida como ejemplar y los ejemplares se abaten de forma controlada y entre los 'sobrantes' de un plan de gestión científicamente aprobado.

La caza, además, es considerada por WWF como una herramienta de gestión del territorio que es útil o necesaria en ciertas circustancias. Es decir, que la ONG no se opone frontalmente a la caza, sino que la considera como algo a veces necesario para el mantenimiento del medio rural o de los ecosistemas.

Sin embargo, la ONG sí está frontalmente en contra de la caza de elefantes y de la caza comercial y deportiva de especies emblemáticas y en extinción. Es decir, exactamente del tipo de cacerías en las que el Rey ha participado.

"Hay muchas sensibilidades, muchos tipos de caza y muchos posicionamientos éticos", por lo que no se puede resumir el dilema de forma simple, dice Del Olmo, pero una cosa está clara, "personalmente no me parece bien ni se lo parece a nuestros socios ni se lo parece a WWF matar animales y hacerlo por diversión", afirmaba el máximo responsable de la ong en España.

Un vestigio del pasado

En realidad, en WWF y los círculos conservacionistas españoles se ve la presencia del Rey en su cuadro de honor como un legado del pasado y como algo testimonial pero que confería representación a la entidad. El Rey ha ocupado ese cargo simbólico en la oficina española de WWF desde el momento de su fundación, en 1968. En las postrimerías de la dictadura franquista, la libertad de asociación seguía prohibida en España y era difícil que a una organización internacional dedicada a defender la naturaleza se le permitiera crear una filial en nuestro país.

A finales de los 60, los promotores de WWF, un grupo de naturalistas y gente tolerada por el régimen como los ornitólogos Bernis y Valderde y el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, vieron en el entonces Príncipe Juan Carlos una figura que haría presentable a Franco la puesta en marcha de la ONG. Hay que tener en cuenta también que WWF internacional se fundó en 1961 por un grupo de naturalistas, intelectuales y nobles europeos. Aristócatas como el Duque de Edimburgo formaban parte de la rama internacional, de modo que parecía lógico que de forma paralela el Príncipe Juan Carlos estuviera en la española

Se dice que lo único que se pidió desde el Pardo para consentir y legalizar la creación de ese grupo ecologista es que el nombre de la asociación fuera castellano. Por ello se tradujo el original World Wildlife Found (WWF) a Asociación de Defensa de la Naturaleza (Adena) denominación que la ONG que tiene al oso panda como emblema mantuvo hasta 2009 en España.

En la junta rectora de la organización ecologista que ha tomado la decisión se sienta una decena de personas relacionadas con la conservación y el estudio de la naturaleza.

El Mundo 18/4/12



http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/17/natura/1334678280.html

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