En las granjas de España hay más de seis millones de vacas, toros y terneros (1). En la UE el número asciende hasta los 88 millones (2). En pocos años, todos estas vacas y terneros habrán sido enviados al matadero. Su descendencia ocupará su lugar, y al igual que sus madres y padres serán enviados al matadero cuando pesen lo suficiente para producir carne o cuando su producción de leche sea insuficiente. El ciclo se repite año tras año.
Cada año mueren en los mataderos españoles más de cinco millones de vacas, toros y terneros (3), todos ellos destinados a la alimentación, aunque también a la producción de cuero.
La industria ganadera divide a estos animales según lo que “producen”. Entre otras se distingue a las vacas “nodriza”, al vacuno “de cebo” y a los terneros. Estos animales son criados, alimentados y tratados en explotaciones industriales o al aire libre. La máxima es generar beneficios. La consecuencia es que sus vidas son valoradas sólo por lo que puedan producir: ¿a quién le gustaría ser considerado de esta manera y sufrir las consecuencias.
La imagen de vacas y terneros disfrutando de una vida apacible y tranquila en la granja no es real. Pero sirve para mantenernos alejados de la miseria y el sufrimiento que genera la vida en las granjas reales.
Vacas “nodriza”, madres de terneros a los que nunca amamantarán
Según la industria ganadera: “el sector de las vacas nodrizas es el que suministra la materia prima para la producción de carne, los terneros” (4).
Para esta Industria las vacas nodrizas son máquinas de parir: “...el objetivo en un rebaño de vacas nodrizas es conseguir un parto al año (por cada vaca)” (5).
Para ello pueden ser inseminadas artificialmente o por toros especializados “sementales”.
Incluso la cantidad de alimento que reciben está en función del ciclo de partos: “el estado de carnes de las vacas en el momento del parto es una de las variables que más afecta al intervalo entre partos. Por ello es muy importante cuidar el manejo de la alimentación antes del parto para que las vacas tengan un índice de estado de condición corporal medio en ese momento.” (6)
Parto tras parto estas vacas son separadas a los pocos días o semanas de sus terneros. Estas pérdidas resultan traumáticas para madres e hijos.
“Vacuno de cebo”, el origen de la bandeja de carne del supermercado
Según la industria ganadera, una “explotación de cebo” es “aquélla que está dedicada al engorde de animales de la especie bovina, con destino posterior directo y exclusivo a matadero” (7) . Vacas y terneros, novillos y toros están dentro del vacuno de cebo.
Desgraciadamente para estos animales, “la producción de carne de vacuno, a diferencia de otras producciones, presenta una gran diversidad. En España existen diferentes tipos de producción o tipos comerciales, siendo los más importantes la producción de ternera o ternera rosada, añojo, carne de vaca y ternera blanca” (8) .
Como vemos, estos animales son considerados como “carne andante” por una industria que, recordemos, produce lo que nosotros los consumidores demandamos.
La vida de los terneros durará hasta que engorden lo suficiente con los piensos especiales utilizados en las granjas. En ese momento serán enviados al matadero. La cadena continuará por la carnicería o el supermercado y acabará en las neveras de los consumidores.
Los terneros destinados a carne serán alimentados con lactoreemplazante, “alimento que se utiliza para sustituir la alimentación líquida con leche materna. Es obtenido a partir de subproductos de industrias lácteas, tales como leche descremada, suero de la leche, etc.” (9). Esto es debido a que la leche producida por las vacas para alimentar a sus terneros será comercializada para el consumo humano. Sólo cuando empiecen a comer sólidos se les dejará de dar el sustitutivo de la leche de las vacas.
Vacas “lecheras”, la leche que nunca alimentará a los bebés de las vacas
En España se obtienen de la explotación de las vacas unas seis toneladas de leche al año (10). Esta leche fue producida por más de un millón de vacas “lecheras” (11), que han de quedar embarazadas para producirla. El embarazo se llevará a cabo principalmente por inseminación artificial. El semen se extraerá de los toros con técnicas como la “electroeyaculación inducida” (12).
Tras el parto, los terneros serán separados para producir mayoritariamente carne.
Toda esa leche nunca llegará a alimentar a sus consumidores naturales, los terneros. Éstos tendrán que crecer con sustitutos de la leche materna. Los consumidores de toda esa leche son los humanos. En España se consumen 105 litros de leche por persona y año anualmente (13).
La vida de estas vacas es muy dura. La gran mayoría viven en granjas industriales. Pero, vivan en granjas extensivas o en regimen intensivo en granjas industriales, cuando el ritmo de producción de leche no reporte suficientes beneficios serán enviadas al matadero (normalmente hacia el cuarto año). Una nueva generación de vacas las reemplazará. El ciclo se cierra. La explotación y el sufrimiento se perpetúan.
FUENTES:
1: Secretaria General Técnica del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).Datos de 2005.
3: MAPA. Para revisión del Informe completo pincha.
4, 5, 6, 7: “Guías de prácticas correctas de higiene: vaca nodriza”. Coordinación: Dirección General de Ganadería. Realización: Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno Autóctono de Calidad (INVAC). Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2006.
8, 9, 10: Guías de prácticas correctas de higiene: vacuno de cebo / Coordinación: Dirección General de Ganadería. Realización: Asociación Española de Productores de Ganado de Carne (ASOPROVAC). Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2006.
11, 12: Fuente: MAPA
13: “Guías de prácticas correctas de higiene: vaca nodriza”. Coordinación: Dirección General de Ganadería. Realización: Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno Autóctono de Calidad (INVAC). Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2006
14: Fuente: MAPA. Datos de 2004
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