Hoy morirá el Toro de la Vega, ejecutado por verdugos sin compasión. Miles de personas le perseguirán a pié y a caballo por el tostado campo de Tordesillas, con sus lanzas afiladas en sus manos; le han condenado por haber nacido toro, noble, fuerte, inocente y no haber nacido ser humano. Por haber nacido, sin quererlo, en la España negra, profunda, que aunque agoniza no muere.
Compasión para Afligido (así lo han llamado irónicamente), que cruzará con su inocencia limpia y transparente por la plaza de Tordesillas, donde encontrará una muchedumbre embriagada de violencia y deseo de muerte, de sangre, de tortura, de venganza y de odio a la madre naturaleza, a la que le arrebatarán un hijo más, en este lugar de dementes. Correrá buscando a su madre, la naturaleza y encontrará la barbarie y la muerte.
Un toro noble, inocente, hermoso, joven…buscará la compasión en el infierno de Tordesillas, sin saber que allí solo habita la maldad y donde el cielo también se esconde. Los humanos, protagonizarán, una vez más, el circo romano, donde la incultura, el instinto de matar, fluirá con furia desde sus corazones vacíos y clavarán sus lanzas con odio y saña, una y otra vez, hasta que Afligido se asfixie, con su propia sangre en sus pulmones, su vida saldrá a borbotones de su cuerpo malherido, tiñendo de rojo la tierra, que con compasión le brindará la muerte. Y deseará morir al ver los ojos inyectados de odio y sangre de sus matones, sin entender cuál fue su delito, abrazará a la muerte y solamente entenderán su dolor los pajarillos que le cantarán una nana dulce, que le librará del ruido estrepitoso de los hombres, y los robustos árboles le abrazarán con sus ramas, para llevarle con ternura al cielo de los animales. Deseará, por ser animal noble, la compasión de quienes le hieren, pero se desvanecerá su ilusión entre su dolorosa agonía y su sangre, solo consolado por la tierra que le vió nacer libre.
Estos hombres no tienen compasión, ni corazón, ni alma, ni saben de empatía, ni de principios, ni de ética, ni de moral, ni de la palabra amor, ni de justicia…, solo saben de diversión matando al débil, al indefenso, ¡qué cobardía la de los Tordesillanos!
Afligido se rendirá ante su despotismo y suplicará al cielo que todo sea un mal sueño, pero el lancero, romperá con su lanza su deseo, le rematará con odio en el descabello y luego le cortará el rabo, quizás aún vivo y lucirá como el más cruel asesino, su trofeo: “la muerte de un animal inocente”.
Afligido buscó la compasión de los Tordesillanos y de todos los cómplices que le traicionaron acudiendo como espectadores a su muerte y encontró la crueldad más despiadada y el peor de los infiernos en Tordesillas, villa muda ante este sangriento acto.
Afligido, todos los que te amamos, buscaremos la compasión que tus asesinos te negaron y romperemos todas las lanzas que arrancaron la vida de tus hermanos avergonzándonos de nuestra propia especie, que llama cultura a este espectáculo cobarde, prehistórico y sangriento, mientras se divierten con tu muerte.
Toñy Esteban GallegoFuente: http://blog.pacma.es/2011/compasion-para-el-toro-de-la-vega/
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