Esta perra nació con solo dos patas en la navidad del año 2002. Obviamente su condición le impidió caminar e incluso su madre la rechazo al nacer. Su criador pensó que no iba a sobrevivir y pensó en sacrificarla. Cuando su actual dueña, Jude Stringfellow, la conoció creyó que podía darle una vida digna a esta hermosa criatura. La llamó Faith
El hijo de Jude Stringfellow fue quien le llevo el cachorro a su madre para que lo adoptaran. Faith había nacido con solo las patas traseras desarrolladas normalmente y con un muñón que luego amputaron en su cuarto delantero.
"Me dio mucha pena verla así. Tenía que hacer algo, porque ella estaba sufriendo. Además, su madre ya no la amamantaba; la había dejado a su suerte, tal vez porque la veía demasiado débil" comento Jude acerca de su primer encuentro.
Con mucha paciencia Jude y su hijo, lograron enseñarle a caminar sobre sus patas traseras. En un comienzo utilizaron una cuchara llena de mantequilla de maní (Faith nació en Oklahoma, Estados Unidos) para despertar sus reflejos y de esta forma dio sus primeros pasos utilizando sus patas al igual que lo hacemos las personas.
"Fue complicado enseñarle a caminar. Al principio creí que nunca lograría aprender algo así. Usé el clásico estímulo de la comida, para que se motivara a desplazarse, pese a su malformación. Ahora, incluso hay gente minusválida que me escribe, para decirme que Faith ha sido un ejemplo para que ellos también superen sus problemas" comento Jude.
La familia Stringfellow es un ejemplo de perseverancia y demostró que a pesar de las diferencias, muchos objetivos son posibles si uno se lo propone.
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