Utilizan cepos, cadenas, cuerdas o gomas, para atar las patas de sus caballos salvajes y evitar así su huida. La asociación Libera ya ha puesto el grito en el cielo después de descubrir una práctica de maltrato animal que ha empezado a normalizarse en Moaña y la comarca del Barbanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario