Servicio Mascota Domingo López, en Vilallonga, asegura que todo se debe a un error burocrático de 2011 a 2013 ya subsanado
Publicado: 23:59 - 01/02/2014
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Los Serveis Territorials del Departament d’Agricultura,
Ramaderia i Pesca (DARP) de la Generalitat y la Fiscalía de Tarragona
tienen entre manos el informe final de una investigación a una empresa
de recogida de animales –Servicio Mascota Domingo López– ubicada en
Vilallonga del Camp. Esta empresa tiene la concesión de recogida de
animales en las carreteras de la Diputació y en los municipios del Alt
Camp, Baix Camp (menos Reus y Riudecanyes) y algunos de la Conca de
Barberà.
Según las sospechas de la asociación Libera!, que posteriormente han
sido comprobadas por agentes rurales del DARP, la empresa podría haber
cometido un sinfín de irregularidades, algunas tan graves como la
presunta desaparición de 600 perros y presunto maltrato animal.
Fuentes del DARP admitían este viernes que «a través de los Serveis
Territorials de Tarragona y del Cos d’Agents Rurals se ha realizado una
investigación detallada y se ha emitido un informe sobre posibles
infracciones en este núcleo zoológico, donde se han detectado diferentes
irregularidades que pueden contravenir la normativa vigente de
protección de los animales».
El responsable de esta empresa, Domingo López, niega todas las
acusaciones de la entidad –a la que invita a sus instalaciones para
demostrarles lo equivocados que están– y remarca que es una de las
mejores protectoras de la zona y que todas las acusaciones vertidas
hacia la gestión son falsas. Actualmente tiene unos 200 ejemplares,
algunos de propietarios que los dejan porque están de viaje y otros que
forman parte de la recogida en los diferentes municipios donde tiene la
concesión.
El Diari estuvo este viernes en el núcleo zoológico de Vilallonga.
Comprobó durante la mañana cómo limpiaban las jaulas y alimentaban a los
perros, gatos y algún que otro animal (cerdo vietnamita y dos águilas)
que actualmente están repartidos en diferentes zonas –machos, hembras y
en cuarentena–.
La visión que encontró el Diari contrasta con la situación que había
denunciado Libera! meses atrás, donde aportaba pruebas al DARP de
presunto maltrato animal, entre otras muchas irregularidades. López
insiste en resaltar que «me encantan los animales y me desvivo por
ellos. ¿Alguien cree que gano dinero? Pues van equivocados. No puedo ver
animales abandonados y por ello creé esta empresa en 2009».
El libro de registro
La pista clave que ha seguido la asociación animalista y que ha
desencadenado en una investigación oficial pendiente de resolución es la
desaparición de unos 600 perros entre los años 2011 y 2013. En aquel
periodo, Servicio Mascota Domingo López amplió su área de cobertura
ganando el concurso del Consell Comarcal del Baix Camp. Dos años antes,
en 2009, había empezado con el servicio en el Alt Camp.
Las recogidas de animales se incrementarían a partir de 2011, pero la
gestión en los libros de la empresa empezaron a descompensarse con las
salidas, hecho que obligó a los agentes rurales a verificar si las
hipótesis de Libera! tenían fundamento.
«Según sabemos, teníamos razón porque la investigación terminó con un
informe este pasado octubre con unas conclusiones muy ajustadas a la
investigación preliminar que realizamos», explica Anna Carbonell,
coordinadora de Libera!.
Según el DARP, la gestión de los perros que recoge la empresa de
Vilallonga tienen una salida incierta. «No nos creemos que haya habido
un aumento de adopciones en plena crisis y menos que todos los que han
cogido los han devuelto a sus amos gracias al chip identificativo. La
principal hipótesis es que hayan muerto y los hayan incinerado», apunta
Libera!
Domingo López desmiente rotundamente estas acusaciones y asegura que
«no tienen fundamento». Admite que ha cambiado hasta tres trabajadores
de la plantilla por una mala gestión de los libros del núcleo zoológico.
«Es cierto que hay errores en los libros. Aquí se daban adopciones y no
se apuntaban, se devolvían a sus amos y tampoco constaban», dice el
empresario de origen madrileño.
Domingo López enseñó este viernes al Diari un mail de la veterinaria
del DARP en Tarragona en el que explica que se hará borrón y cuenta
nueva del libro de registro una vez considerado que el error sería de
gestión. «Puedo demostrar delante de quien sea que no hay fraude y que
el descontrol está corregido y todo en orden, tal y como me pide el DARP
y la ley», explica López.
El propietario de la perrera explica que los agentes rurales habrían
hecho hasta tres visitas a las instalaciones de Vilallonga durante 2013
«y la última hace una semana». En las tres primeras se habría
descubierto estos 600 canes ‘desaparecidos’ y en esta última presencia
en el núcleo zoológico se investigaba de nuevo infracciones leves que ya
habrían prescrito después de seis meses de su detección.
Carbonell reconoce que «es cierto que no podemos saber cómo murieron
los 600 perros que no salen en el registro, aunque nos tememos lo peor
en la mayoría, pero también es cierto que el incremento de cenizas
caninas que ha generado esta empresa durante dos años no está
justificada».
Residuos especiales
Las cenizas de una incineradora de una perrera, como por ejemplo la
que tiene Servicio Mascota Domingo López, proceden de residuos
especiales y deben tratarse en empresas especializadas. Libera! ha
tenido acceso al número de kilos de ceniza declarados desde 2010 por la
firma y ha calculado cuántos perros habrían incinerado desde esta fecha.
«Estamos hablando de 4,5 toneladas de cenizas», apunta Carbonell.
La coordinadora de la entidad animalista añade que el residuo que
produce un animal incinerado está entre el 2 y el 5% de su masa
corporal, y cogiendo la parte más alta y con ejemplares de unos 30
kilos, el resultado final es de unos 2.700 perros incinerados durante
estos tres años, «pero en los registros hay unos 2.100; hay 600 que no
cuadran», apunta la activista.
«No hay perros sacrificados de más», insiste Domingo López. «Durante
este periodo en el que eché a tres trabajadores también hubo una mala
gestión de las cenizas porque nadie me informó del procedimiento»,
explica. Las sacas se guardaban en un espacio de las instalaciones, al
aire libre y con humedad. «Cuando las llevábamos a la empresa que las
gestiona, Cespa, me cobraban más porque pesaba más la saca. Tras
colocarla en una zona cerrada, hay menos cenizas y la factura me ha
bajado. Pero en ningún caso se ha incinerado un animal sin constar en el
registro, es mentira esta insinuación».
El Diari ha sabido de que había en el informe final de los agentes
rurales más de veinte presuntas irregularidades, entre leves, graves y
muy graves. Pero la mayoría de ellas ya se han descartado. De hecho, el
propio López asegura que tiene mails del Departament que apuntan en este
sentido, incluyendo que los 600 perros formarían parte del descontrol
del libro de registro.
Las irregularidades aún vigentes estarían a la espera de la decisión
de la Fiscalía. Si ésta considera que hay imputación penal, la vía
administrativa quedaría anulada. En caso que Fiscalía archivara, la vía
administrativa sería la que decidiría sobre la gestión de Servicio
Mascota Domingo López.
«El DARP siempre actúa de forma poco transparente. Pedimos que no
haga la vista gorda y que actúe ya. Son más abogados defensores que
fiscales», acusa Carbonell. Para Domingo López, «todo el descontrol ya
es pasado. No tiene sentido que me acusen cuando lo que pretendo es
cuidar animales y darles una segunda oportunidad», concluye.
http://www.diaridetarragona.com/noticia.php?id=17881